SUDAN
El expresidente de
Sudán, condenado a dos años por corrupción
Omar al Bashir, de 75 años,
cumplirá la sentencia en un centro de rehabilitación y no en prisión debido a
su edad
AGENCIAS
Jartum 14 DIC 2019 -
14:33 CET
El expresidente sudanés Omar al
Bashir ha sido condenado este sábado por un delito de corrupción a dos años de
detención, que cumplirá en un reformatorio y no en prisión por razones de edad,
ha informado la televisión estatal.
Al Bashir, de 75 años, que
gobernó Sudán desde el golpe de Estado militar de 1989 hasta que fue derrocado
el pasado mes de abril, fue condenado, además, por posesión ilegal de divisas y
otros activos sin justificante legal. El juez ordenó asimismo la confiscación
de casi 7 millones de euros, entre dólares y libras sudanesas, encontrados en
la residencia del mandatario cuando fue derrocado.
Si bien el exmandatario, que
actualmente se encuentra encarcelado en la prisión de Kober, en Jartum, admitió
haber recibido 25 millones de dólares del príncipe heredero de Arabia Saudí,
Mohamed bin Salmán, se declaró inocente de todos los cargos y aseguró que el
dinero —incluido el hallado en su domicilio— era para ayudar al país y para
asuntos de interés público. Al Bashir escuchó la sentencia vestido con la
tradicional vestimenta blanca y turbante desde una jaula metálica en la sala.
Para algunos observadores, este
proceso a Al Bashir es una prueba de cuán lejos y rápido están dispuestos a
llegar los civiles y los militares que ahora comparten el poder para revertir
su legado. En mayo, la junta militar y la oposición acordaron un periodo de
transición de tres años, con un Parlamento integrado en dos terceras partes por
miembros del movimiento ciudadano que forzó la caída de Al Bashir.
Fuera del tribunal, varias
decenas de partidarios se manifestaron y mostraron su decepción por la condena.
Tras conocerse el fallo, un importante dispositivo de seguridad fue instalado
en el centro de Jartum para controlar posibles manifestaciones en las próximas
horas de adeptos al exjefe del Estado.
En mayo, el fiscal general
también declaró que Al Bashir había sido acusado de asesinatos cometidos durante
las manifestaciones antirégimen que finalmente condujeron a su salida del
poder, sin que se sepa cuándo deberá responder a esta acusación. Las
manifestaciones que estallaron el 19 de diciembre de 2018 por el aumento del
precio del pan, desembocaron en protestas contra el gobierno militar y en una
crisis política.
El antiguo presidente tiene
pendientes varios juicios, y esta misma semana fue citado incluso para
responder de su actuación en el golpe de Estado que le llevó al poder en 1989.
Asimismo, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió dos órdenes de arresto en
2009 y 2010 contra Al Bashir por crímenes contra la humanidad, crímenes de
guerra y genocidio en la región de Darfur. Según la ONU, en 16 años el
conflicto, que comenzó en 2003 tras el levantamiento en armas de dos grupos
rebeldes, ha causado más de 300.000 muertos y 2,5 millones de desplazados. La
CPI exige desde hace años que Al Bashir sea juzgado y renovó el llamado tras su
derrocamiento. En un comunicado publicado la semana pasada, Amnistía
Internacional advirtió que el proceso por corrupción no debía desviar la
atención de las acusaciones más graves que enfrenta en La Haya.