Egipto empaña el cónclave global de Irán
El presidente Morsi critica ante Ahmadineyad al “régimen represivo” de El Asad Ban Ki-moon exige a Teherán que cumpla con la ONU para “evitar una guerra” Ana Garralda Jerusalén 30 AGO 2012 - 10:46 CET254 Ban, Ahmadineyad y Morsi este jueves en la Cumbre de los No Alineados. / EFE La alegría contenida del régimen iraní por la presencia en Teherán del presidente egipcio, Mohamed Morsi, y del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, junto a una treintena de jefes de Estado y de Gobierno, se tornó en un nada disimulado disgusto en la Cumbre del Movimiento de los Países No Alineados. Las duras palabras del mandatario islamista de Egipto —fortalecido por la legitimidad que le concede haber ganado las primeras elecciones democráticas de su país y haber reducido drásticamente el papel de las todopoderosas Fuerzas Armadas—, enfurecieron a la delegación siria que terminó por abandonar la sala, según la agencia oficial egipcia Mena. Morsi calificó de “ob