OPINIÓN
Crimen horrendo: expatriación masiva Ovidio Pérez Morales 15 DE FEBRERO DE 2018 Recordemos un relato del evangelista Mateo (2, 13-15): la expatriación de Jesús ante el peligro de ser asesinado. El rey Herodes, celoso de todo competidor de su poder, mandó matar a muchos niños esperando que entre ellos cayese también el Mesías. José y María huyeron de noche llevando consigo al pequeño, y se refugiaron en Egipto. Calificaron entonces como los primeros exiliados cristianos. Jesús quiso así compartir la condición humana –abundosa en claroscuros y contradicciones, exaltaciones y miserias–, menos en el pecado. Asumió nuestra naturaleza para liberarla del mal y reconducirla a la unión con Dios y fraterna. Hoy Venezuela, otrora nación próspera y acogedora de migrantes en búsqueda de tierras sin guerras ni escasez y generosas en convivencia fraterna y trabajo productivo, se ha convertido hoy en país invivible. En efecto, a la opresión política se unen el desastre económico y una mo