La Eurocámara rechaza el plan diplomático de Ashton
Estrasburgo quiere más control sobre el servicio exterior
RICARDO MARTÍNEZ DE RITUERTO - Bruselas - 26/03/2010
Catherine Ashton presentó ayer las grandes líneas del futuro Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) y se encontró de inmediato con la frustración de un Parlamento Europeo que se considera burlado al no haber tenido en cuenta la alta representante de la Unión propuestas que la Eurocámara considera cruciales para el nuevo ente.
Catherine Ashton presentó ayer las grandes líneas del futuro Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) y se encontró de inmediato con la frustración de un Parlamento Europeo que se considera burlado al no haber tenido en cuenta la alta representante de la Unión propuestas que la Eurocámara considera cruciales para el nuevo ente. En un comunicado que representa al 80% de la Cámara, diversos líderes parlamentarios reclamaron cambios sustanciales y advirtieron amenazadoramente que si no los hay, no se aprobarán las modificaciones reglamentarias necesarias para que nazca el SEAE.
El Tratado de Lisboa vio la luz con idea de dar fuerza y vigor a la UE en la escena internacional, ambición que debe ejecutar una diplomacia de nueva planta encuadrada en el SEAE. La elaboración del proyecto de este nuevo cuerpo autónomo de la UE ha estado sometida a fuertes tensiones entre la Comisión Europea, recelosa de las atribuciones que cede al SEAE; el Consejo (los Gobiernos), que va a dotar al servicio diplomático de un tercio de su personal, y el Parlamento, muy crecido en sus atribuciones por el Tratado de Lisboa, dispuesto a hacerse valer y respetar, y sin cuyo acuerdo no puede haber presupuesto ni personal para el SEAE.
El servicio estará formado por direcciones generales geográficas y temáticas que cubran todo el mundo. Las hoy 137 delegaciones repartidas por todo el mundo responderán ante la alta representante, aunque también la Comisión podrá dar instrucciones en determinadas circunstancias.
El borrador de Ashton establece que, a petición de los Estados de los Veintisiete, las delegaciones de la UE deberán prestar el apoyo diplomático necesario y ofrecer servicios consulares a los europeos en países terceros.
El nombramiento del personal se hará en función de las capacidades de los candidatos, atendiendo al equilibrio geográfico y teniendo en cuenta también el de género. La cuestión del equilibrio geográfico tiene muy sensibilizados a los 12 países de las dos últimas ampliaciones, que temen verse postergados en la atribución de cargos en beneficio de los grandes países del oeste de Europa, con más tradición y experiencia en los asuntos del mundo. "Tendremos equilibrio geográfico", aseguró Ashton, antes de pedir tiempo para poder cuadrar todas las demandas.
La alta representante ha arrancado a la Comisión miles de millones de euros en materia de cooperación, desarrollo y política de vecindad, si bien las políticas y su aplicación se harán bajo la supervisión y directrices de los comisarios correspondientes. Es una situación ambigua en la que algunos lamentan que las políticas de desarrollo de la UE vayan a perder su autonomía para incardinarse en los intereses de la política exterior comunitaria.
Es una de las tres razones que llevaron a representantes de los grupos popular, socialista, liberal y verdes a anunciar que "la propuesta es inaceptable para el Parlamento". Tampoco gusta a la Eurocámara que se escamotee al Parlamento el control político y presupuestario del nuevo servicio diplomático. Se alzan sus euroseñorías contra la pretensión de Ashton de que "su omnipotente secretario general [su número dos] y los vicesecretarios generales" no tengan la representatividad política que la Cámara había reclamado. Jerzy Buzek, presidente del Parlamento Europeo, expresó ante los jefes de Estado y de Gobierno su confianza en que "se tomen en serio la posición del Parlamento ante el SEAE". El servicio debe ser aprobado por los Gobiernos de la Unión, pero necesita el visto bueno del Parlamento.
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