EE UU nombra a su primer embajador en Siria en cinco años



Damasco llevaba sin representante estadounidense desde la muerte del ex primer ministro libanés Rafik Hariri
AGENCIAS / EL PAÍS - Washington / Madrid - 17/02/2010

El presidente de EE UU, Barack Obama, ha anunciado este martes la candidatura del diplomático Robert Ford, un antiguo embajador del país en Argelia y que también ha ocupado funciones en la embajada en Irak, como nuevo embajador estadounidense en Siria, según ha confirmado la Casa Blanca en un comunicado.

Este nombramiento, que aún debe recibir el visto bueno del Senado, representa los esfuerzos de la Administración Obama por promover la paz en el Oriente Medio, congelados durante el mandato de George W. Bush., y es el primero que Washington realiza en la embajada del país desde que en febrero de 2005, tras el asesinato del ex primer ministro libanés Rafiki Hariri, decidiera retirar a su embajadora en Damasco, Margaret Scobey.

Según ha indicado el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, la candidatura representa "el compromiso del presidente Obama de utilizar el acercamiento para beneficiar los intereses estadounidenses mediante una mejora de la comunicación con el Gobierno y el pueblo sirios". Si resulta confirmado, Ford "abordará con el Gobierno sirio cómo podemos mejorar las relaciones mientras atajamos áreas que nos preocupan", ha añadido.




Hariri, primer ministro del Líbano en los períodos 1992-1998 y 2000-2004, fue asesinado el 14 de febrero de 2005 en Beirut por la explosión de un coche bomba de la que se acusó al Gobierno sirio, algo que fue rotundamente desmentido por el Ejecutivo de Damasco y por el principal acusado, jefe de los Servicios Secretos, Ghazi Kanaan, a pesar de que una investigación de Naciones Unidas concluyó que Damasco había estado implicada.

Pese a que las relaciones entre Washington y Damasco han mejorado desde la llegada de Obama a la Casa Blanca, el presidente estadounidense renovó las sanciones contra Siria en mayo del año pasado aludiendo a su apoyo al terrorismo, su carrera armamentista o su papel en la desestabilización de Irak. Precisamente algunos analistas ven en la restauración de la embajada un intento por sumar a Siria a la reconstrucción iraquí y alejarla de la influencia de Irán.


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