VENEZUELA
‘Captahuellas’ para la venta en supermercados venezolanos
Venezuela anuncia la instalación de unos 20.000 dispositivos para capturar las huellas digitales en las tiendas que controla el Estado
Alfredo Meza Caracas 10 MAR 2015 - 02:55 CET
El ministro para la Alimentación de Venezuela, Yván Bello, ha anunciado que esta semana comenzarán a instalarse en los supermercados que controla el Estado unos 20.000 dispositivos para capturar huellas digitales. Otras siete cadenas privadas, que el funcionario no ha identificado, se han sumado a la medida que busca racionar la venta de 23 productos y alimentos básicos que produce e importa este país, ante los problemas de desabastecimiento de la nación. Los captahuellas son sensores digitales de identificación (ya usados en las elecciones) de las huellas, con el fin de saber si un determinado ciudadano ya ha comprado productos en las redes públicas de supermercados, y evitar que lo haga en repetidas ocasiones.
Caracas asume así el problema para importar más productos básicos con el precio declinante del barril de petróleo. El Gobierno, que mantiene un draconiano control en la venta y compra de divisas desde hace 12 años, no entrega los dólares necesarios para importar materia prima o productos terminados a las empresas, y éstas se niegan a sacar de su propio fondo para invertir en el negocio, como pretende la dirigencia chavista.
En ese toma y daca, propio del enfrentamiento entre dos modos opuestos de concebir el funcionamiento de la economía, algunos centros privados han decidido acogerse voluntariamente a la venta controlada de alimentos y productos básicos para evitar desórdenes en sus locales y combatir el bachaqueo, un término muy venezolano que se emplea para describir la actividad de trasegar productos al otro lado de la frontera o de venta a través de los canales informales. Otros expendios establecieron una venta controlada de acuerdo con el último número de la cédula de identidad (documento de identificación del cliente). Así, el usuario solo puede comprar un día de la semana y uno del fin de semana.
El Gobierno trata de vender esta iniciativa como una solución ante las largas filas de consumidores que se forman a las puertas de los locales. A principios de febrero, el Servicio Bolivariano de Inteligencia detuvo al presidente ejecutivo de Farmatodo, después de atender una denuncia por supuesto acaparamiento.
El ministro Bello expresó en Twitter: “La Misión Alimentación [el programa social que distribuye directamente en supermercados productos a precios subsidiados] llega al 80% del país. Les digo algo: en el terreno que nos busquen allí estaremos”.
