CHILE
El incendio que amenaza la ciudad chilena de Valparaíso sigue sin control
El Gobierno de Michellle Bachelet declara el Estado de excepción en la ciudad por el segundo fuego en un año
Rocío Montes
Santiago de Chile
14 MAR 2015 - 19:56 CET
Cuando estaba recuperándose del gigantesco incendio de abril de 2014,
que ocasionó varios muertos y cientos de viviendas destruidas, en lo
que se consideró el peor siniestro de su historia, el fuego ha vuelto a
atacar un año después la ciudad chilena de Valparaíso,
a 120 kilómetros de Santiago, y también las cercanías de Viña del Mar.
Cerca de 460 hectáreas de pastizales y matorrales se han quemado desde
la tarde del viernes y las llamas todavía no se pueden controlar, según
ha señalado esta mañana el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy. Las
altas temperaturas del verano dificultan la contención del incendio,
que mantiene a la zona en alerta roja. Durante la noche, sin embargo, la
mayoría de las 7.000 personas que se encontraban en albergues han
regresado a sus viviendas y sólo 16 se mantienen en los refugios
habilitados.
El director de la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI), Ricardo
Toro, ha asegurado que "se ha utilizado la última tecnología para prever
escenarios y emplear lo que se requiere para controlar este incendio",
en un segundo balance sobre la tragedia. Precisó que "esto ha permitido
contener el incendio", aunque no controlarlo definitivamente.
De hecho, se prevé que durante la tarde las condiciones
meteorológicas se tornen más adversas, ya que se esperan ráfagas de
viento de hasta 30 kilómetros por hora, altas temperaturas y una muy
baja humedad. "La gente tiene que estar tranquila pero sí tener la
preocupación de tomar las medidas en caso de tener que evacuar porque en
las tardes el viento cambia", advirtió Toro. Las autoridades han hecho
un llamamiento público para no viajar a la zona de la catástrofe, donde
4.300 clientes se encuentran sin energía eléctrica.
Por su parte, el director de la Corporación Nacional Forestal
(Conaf), Aaron Caviedes, informó de que ocho aviones y la misma cantidad
de helicópteros se han trasladado a la zona del incendio para apoyar el
trabajo que llevan a cabo cientos de brigadistas y bomberos para
contener la expansión del fuego. "Durante la tarde se consideran
condiciones más pesadas y para eso nos estamos preparando y el énfasis
lo mantendremos en proteger a la población", dijo Caviedes.
Las llamas comenzaron el viernes por la tarde en un vertedero ilegal
cerca del camino La Pólvora, una de las rutas de acceso a la ciudad
portuaria, aunque el origen de las llamas todavía es materia de
investigación. El fuego rápidamente se expandió y, en el intento de
frenarlo, al menos 15 bomberos, cinco de ellos de gravedad aunque no
peligra la vida de ninguno, y seis civiles han resultado heridos.
Producto de una parada cardiorrespiratoria ha fallecido una mujer de 66
años, han informado las autoridades, pero su deceso no tuvo relación con
el fuego y el humo. Hasta este mediodía, no existían casas dañadas,
salvo el balcón de un conjunto de edificios. El Gobierno de Michelle Bachelet
ha decretado el Estado de excepción para poder controlar la tragedia
con mayor eficacia y garantizar el orden y la seguridad de la población.
El ministro de Defensa, Jorge Burgos, ha señalado que las Fuerzas
Armadas han dispuesto 199 efectivos para realizar tareas de apoyo
humanitario y seguridad y que 900 uniformados se encuentran acuartelados
para trabajar en el caso de que se les necesite. Burgos también ha
informado de que no se registrado incidentes delictivos en la zona.
Valparaíso es una de ciudades más pobladas de Chile y está formada
por una cuarentena de cerros a la orilla del océano Pacífico. Las calles
son estrechas y empinadas y la mayoría de las construcciones son
antiguas, por lo que el incendio de abril pasado se propagó rápidamente.
El mayor puerto del país, sede del Congreso Nacional y la Armada
chilena, en los últimos años se ha transformado en un polo de atracción
turística. Miles de extranjeros llegan a observar el patrimonio cultural
de la ciudad, donde el poeta Pablo Neruda tenía una de sus peculiares
viviendas, La Sebastiana.
Junto al incendio de Valparaíso otros siete siniestros de alta
peligrosidad de mantienen activos en el centro sur del país y han sido
difíciles de aplacar por las condiciones climáticas con temperaturas
inusualmente altas para la época del año, que marca el fin del verano
austral.
Valparaíso es una de ciudades más pobladas de Chile y está formada
por una cuarentena de cerros a la orilla del océano Pacífico. Las calles
son estrechas y empinadas y la mayoría de las construcciones son
antiguas, por lo que el incendio de abril pasado se propagó rápidamente.
El mayor puerto del país, sede del Congreso Nacional y la Armada
chilena, en los últimos años se ha transformado en un polo de atracción
turística. Miles de extranjeros llegan a observar el patrimonio cultural
de la ciudad, donde el poeta Pablo Neruda tenía una de sus peculiares
viviendas, La Sebastiana.