UCRANIA
El FMI aprueba la ayuda a Ucrania
El Gobierno de Kiev se compromete a subir las tarifas energéticas, reestructurar la banca y combatir la corrupción
El Gobierno de Petró Poroshenko recibió este miércoles un importante respaldo de la comunidad internacional. Por un lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó definitivamente el paquete de ayuda de 17.500 millones de dólares (unos 16.600 millones de euros) anunciado hace tiempo
y que será desembolsado durante los próximos cuatro años. Por otro,
Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra el Banco Comercial
Nacional de Rusia y 14 individuos, entre ellos Mykola Azarov, primer
ministro del Gobierno del depuesto Víktor Yanukóvich, así como el envío
de una ayuda de 75 millones de dólares en material “no letal”.
El acuerdo con el FMI
“ayudará a la inmediata estabilización económica de Ucrania y establece
un profundo y amplio programa de reformas”, entre ellas nuevas subidas
de las tarifas energéticas, reestructuraciones de bancos y medidas para
combatir la corrupción. Aún queda por resolver cuándo se producirá el
primer desembolso y a cuánto ascenderá ese pago. De ello depende que
Ucrania pueda recomponer con más o menos rapidez sus reservas
internacionales —que ahora apenas superan los 5.600 millones de dólares—
y hacer frente a los vencimientos de la deuda de los próximos meses. El
programa anunciado por el FMI forma parte de un plan más amplio de
ayuda a Ucrania con el que la comunidad internacional se ha comprometido
a movilizar, a través de préstamos bilaterales y otras herramientas,
unos 40.000 millones de dólares a lo largo de los próximos cuatro años.
Ni el Fondo ni el Gobierno de Kiev han mencionado avances en las
negociaciones para reestructurar la deuda pública del país, con la que
el Ejecutivo ucranio espera ahorrar unos 15.000 millones de dólares y
que, a juicio de los expertos, resulta decisivo para garantizar la
sostenibilidad económica del pais. “Lo importante es que el anuncio del
Fondo confirma que esa reestructuración se producirá bajo un programa de
rescate, lo que significa que el proceso será ordenado y, por tanto, se
limitarán las consecuencias económicas y financieras del mismo”,
sostiene en un correo electrónico William Jackson, analista de Capital Economics.