EE.UU
Dimite el jefe de policía de Ferguson tras las críticas por racismo
El Gobierno de EE UU concluyó que los agentes actúan con prejuicios raciales
Joan Faus
Washington
12 MAR 2015 - 00:38 CET
La investigación del Departamento de Justicia sobre Ferguson se traduce en dimisiones en la cúpula de ese municipio de Misuri. Una semana después de que el Gobierno federal denunciara un patrón de discriminación racial
de las divisiones policial, judicial y penitenciaria de ese suburbio de
San Luis, el jefe de la policía local, Thomas Jackson, presentó este
miércoles su renuncia.
El martes, lo hizo el director gerente de Ferguson, el
cargo público más importante de la ciudad. Los días anteriores, fueron
suspendidos tres trabajadores que enviaron correos electrónicos racistas
y dimitió el juez municipal después de que, tras las acusaciones del
informe federal, la ciudad traspasara sus funciones a un juez estatal.
La dimisión de Jackson será efectiva el 19 de marzo y
recibirá una indemnización por despido y un año de seguro médico, según
un comunicado del Ayuntamiento de Ferguson, en el Medio Oeste de Estados
Unidos. La presión para que Jackson abandonara su puesto no ha dejado
de crecer desde que en agosto un joven negro desarmado muriera por
disparos de un policía blanco.
Según la investigación federal, el jefe de la policía accedió a la demanda del Ayuntamiento de emitir más multas
En una carta, revelada por el diario Saint Louis Post,
Jackson dice "que es tiempo de pasar página" y que ha sido "un honor y
privilegio" servir a la ciudad de Ferguson y que "continuará" haciéndolo
como ciudadano. Pero no explica los motivos de su renuncia.
El alcalde la ciudad, James Knowles, dijo en una rueda de
prensa que, pese a la salida de Jackson, su intención es mantener el
actual cuerpo de policía de Ferguson. Tras las acusaciones del
Departamento de Justicia, han crecido las voces que piden una completa
reestructuración del cuerpo.
El Gobierno federal puede iniciar una negociación con las
autoridades de Ferguson para forzar determinados cambios o demandar a la
ciudad por una violación constitucional. En los últimos seis años, ha
efectuado una veintena de investigaciones de derechos civiles en cuerpos
policiales.
Los negros suponen el 67% de la población de
Ferguson, pero el 85% de las paradas de tráfico, el 88% de los casos en
que la policía emplea la fuerza, el 90% de las citaciones judiciales y
el 93% de los arrestos
El caso de Michael Brown desató una ola de protestas en Ferguson
propiciadas en gran parte por una ira enquistada en la comunidad
afroamericana sobre un patrón de abusos policiales. En el municipio de
21.000 habitantes en el Medio Oeste de EE UU, la mayoría de los
habitantes son negros, pero los blancos ocupan la estructura política, policial y educativa.
El Departamento de Justicia concluyó que los agentes
policiales violaron rutinariamente los derechos constitucionales de los
ciudadanos negros de Ferguson mediante un uso excesivo de la fuerza y
paradas de tráfico injustificadas que superaban ampliamente el peso
demográfico de esa comunidad. Los abusos tenían fines recaudatorios y se
alimentaban de una cultura racista.
El informe apunta directamente a Jackson, en el cargo desde 2010, al
señalar que el Ayuntamiento lo alentó para que los agentes emitieran más
multas para así recaudar más y que él replicó que sería posible. La
reputación del jefe policial también queda seriamente dañada por el
clima de impunidad y violencia gratuita de los agentes con la comunidad
afroamericana descrito en el informe.
Jackson, de aspecto tranquilo, pareció desde el principio superado por las protestas. Ofreció información contradictoria que encendió los ánimos de los manifestantes
y sus posteriores intentos conciliadores fracasaron. En los últimos
meses, resistió la presión para que dimitiera. Pero las acusaciones del
Departamento de Justicia habían hecho su continuidad insostenible.
Tras cientos de entrevistas y revisar 35.000 páginas de informes policiales, los investigadores determinaron que, pese a representar el 67% de la población de Ferguson,
los negros suponen el 85% de las paradas de tráfico, el 88% de los
casos en que la policía emplea la fuerza, el 90% de las citaciones
judiciales y el 93% de los arrestos de la ciudad.