Intervención aliada en Libia

Rebeldes y leales a Gadafi combaten por controlar Misrata y Ajdabiya
Aviones aliados bombardean la ciudad del este durante la noche, aprovechada por los leales para hacerse fuertes en Misrata

JUAN MIGUEL MUÑOZ / AGENCICAS | Bengasi 25/03/2011
Con la guerra en Libia empantanada, sin significativos avances ni de los rebeldes apoyados por los bombardeos de la coalición ni de las tropas de Gadafi, hoy se han vuelto a repetir los ataques aliados y las arremetidas gadafistas en Ajdabiya, que los insurrectos tratan de recuperar, y Misrata, que tratan de no perder. Aviones de la coalición han bombardeado a las fuerzas de tierra de Gadafi en la ciudad de Ajdabiya, al este. Ha habido también bombardeos nocturnos sobre Trípoli, seguidos de fuego antiaéreo del régimen. También los leales al líder libio han atacado en la estratégica ciudad del este y se han hecho fuertes en algunas zonas de Misrata, única ciudad del oeste controlada por los rebeldes.

Aviones franceses y británicos han lanzado ataques en las inmediaciones de Ajdabiya durante la mañana. El ataque francés ha tenido como objetivo una batería de artillería de las fuerzas de Gadafi. El Ministerio de Defensa británico también ha informado que un Tornado ha disparado misiles durante la noche a los vehículos militares gadafistas. Mientras, los rebeldes piden armas y municiones a la comunidad internacional para derrotar definitivamente a las fuerzas leales al dictador.

Los ataques aliados tampoco han impedido que los leales a Gadafi lanzaran a su vez su artillería contra la ciudad. Los carros de combate mantienen el cerco desde algunos accesos, pese a la supremacía aérea de la coalición internacional que ha impuesto la zona de exclusión.

Ayer, los ataques aliados alcanzaron zonas del sur del país, pero no lograron detener el avance de las tropas leales a Gadafi sobre la ciudad de Misrata, la única del oeste en manos rebeldes. Los tanques del dictador alcanzaron por la noche el centro de la ciudad y sus francotiradores tomaron posiciones. La coalición tiene especial cuidado al lanzar ataques sobre ciudades porque quiere minimizar al máximo las bajas civiles. "Los francotiradores están escondidos en algunos edificios. No sabemos cuántos quedan, los rebeldes han matado a 30 de ellos", ha declarado un portavoz rebelde a Reuters. Los insurrectos aseguran, además, haberse hecho con el puerto de la ciudad, imprescindible para recibir suministros. Mientras, los residentes están sin agua, luz o teléfono.

El régimen asegura que no está llevando a cabo ninguna operación ofensiva y dice que sus tropas solo se están defendiendo cuando son atacadas. Sin embargo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha asegurado esta noche que Gadafi no está cumpliendo lo exigido por las resoluciones de la ONU. El enviado especial de la ONU a Libia ha amenazado al régimen con "medidas adicionales" si persiste en su actitud.

Siguen, por otro lado, las discusiones sobre el alcance del papel de la OTAN en el conflicto. Acordado ayer que la Alianza se hará cargo de la imposición de la zona de exclusión aérea, además, del bloqueo naval para impedir la llegada de armas al régimen de Gadafi, aún queda el fleco de los ataques sobre suelo libio. Hoy, el ministro británico de Exteriores, ha expresado su convencimiento de que finalmente la organización se hará con el control total de las operaciones sobre Libia. "Tengo toda la expectativa de que habrá un mando de la OTAN sobre toda la operación, no sólo de la zona de exclusión o el embargo naval, así que estamos haciendo grandes progresos para acordar estas cosas entre los miembros de la OTAN", ha dicho William Hague.

Visita a una granja en Trípoli
En Trípoli, blanco de los bombardeos aliados una noche más, el régimen ha llevado a los periodistas a una granja que, según la versión oficial, había sido atacada por los aliados. El dueño asegura que ha oído explosiones. Hay desperfectos pero no se ven señales de que haya habido explosiones. No hay ni olor, ni cráter. No sabemos lo que es, pero sabemos lo que no es. Hay muros con muchos disparos pero de balas de calibre pequeño. Los disparos han sido hechos desde el tejado de la casa. El dueño dice que la hija está en el hospital, herida por la onda expansiva. Frente a la casa, al lado de una palmera, hay un agujero pequeño con restos de metal de la cola de un misil, pero el agujero es pequeño y los alrededores no están quemados.

ALVARO DE CÓZAR | Trípoli (ENVIADO ESPECIAL)

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