El comisario de Energía cree que la UE debe plantearse si puede prescindir de las centrales nucleares

Responsables de los Veintisiete se reúnen hoy en Bruselas para coordinar su política ante la crisis japonesa y revisar la seguridad de sus instalaciones
AGENCIAS - Berlín / Bruselas - 15/03/2011
La Unión Europea debe considerar si puede, en un futuro, prescindir de la energía nuclear. Así opina el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, que ha convocado una reunión de urgencia hoy en Bruselas para coordinar la política comunitaria ante la crisis de la central japonesa de Fukushima, que, según Francia, supone "un riesgo extremadamente elevado" que incluso puede derivar en una "catástrofe nuclear".

"Debemos suscitar la cuestión de si en Europa, en un futuro inmediato, podemos garantizar nuestras necesidades energéticas sin la energía nuclear", ha declarado Oettinger en la televisión alemana ARD. La reunión, en la que están convocados los ministros de Energía de la UE, las autoridades nacionales de seguridad nuclear y representantes de la industria, se produce un día después de que la canciller alemana, Angela Merkel, diera un vuelco a su política al aplazar la ampliación de la vida útil de las 17 centrales atómicas del país, decisión que requerirá, en la práctica, la desconexión inmediata de los dos reactores más antiguos del país. Una hora antes del encuentro, Merkel ha dado un paso más al anunciar la paralización de las siete centrales atómicas alemanas construidas antes de 1980 mientras dure la moratoria de tres meses decretada ayer.

El objetivo del encuentro es la "coordinación" para obtener información de primera mano sobre los "planes nacionales de contingencia" en caso de emergencia nuclear y para reflexionar sobre la seguridad de las 143 plantas que hay en 14 países de la UE. Sin embargo, Oettinger afirma que se deberá estudiar el impacto de la decisión alemana.

"Cuando un Estado miembro grande como Alemania reexamina la energía atómica, puede tener consecuencias a nivel europeo", ha explicado el comisario. "Debemos coordinar qué es importante para nosotros a nivel europeo", ha continuado. "Si en Alemania reexaminamos plantas nucleares de los años ochenta y noventa, también debemos plantear la cuestión de si se debe examinar la seguridad de todas las centrales en Europa", ha añadido.

Precisamente Austria, país que ha prohibido constitucionalmente este tipo de energía, pidió ayer que se practicaran pruebas de resistencia sobre la seguridad de las centrales.

El debate nuclear se reabre en Europa en un momento en el que la crisis económica y el cambio climático habían facilitado el argumento de los Gobiernos favorables a este tipo de energía, que destacan su baja emisión de dióxido de carbono (CO2) y su contribución para reducir la dependencia energética del exterior. Sin embargo, la presión de la opinión pública no deja de crecer ante la evolución de la planta de Fukushima. El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, que como el resto de sus homólogos del G-8, reunidos en París, recibió ayer explicaciones del responsable diplomático japonés, estimó a partir de esas informaciones que "la situación es extremadamente grave" y que "el riesgo es por tanto extremadamente elevado".

Por su parte, el titular francés de Industria, Éric Besson, reconoció que "puede haber una catástrofe nuclear, pero no estamos en el escenario de Chernóbil" y que por las informaciones recibidas desde el fin de semana "parece que vamos a eso". Besson explicó que una situación catastrófica se daría si la cobertura del núcleo del reactor se quebrara y admitió que "parece que vamos por ese camino". Francia es, con 58, el país de la UE con mayor número de reactores nucleares.


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