Protesta social en Francia

Los sindicatos intensifican su pulso a Sarkozy ante la votación de la reforma de las pensiones
El cierre de hasta 2.500 gasolineras, marchas lentas de los camioneros, protestas de estudiantes y problemas en los transportes aéreo y ferroviario marcan el inicio de la sexta jornada de huelga
ANTONIO JIMÉNEZ BARCA - París - 19/10/2010

Francia vive hoy un nuevo día de huelga contra la reforma de las pensiones. El cierre de hasta 2.500 gasolineras, marchas lentas de los camioneros en las carreteras, protestas de estudiantes, problemas en los transportes aéreo y ferroviario y los kioscos sin periódicos marcan el inicio de la sexta jornada de protesta desde septiembre. Nicolas Sarkozy sigue desde Normandía, donde participa en una cumbre con Angela Merkel y Dmitri Medvédev, el desarrollo de una jornada en la que los sindicatos han convocado 266 manifestaciones para presionar al máximo a los senadores durante el debate del proyecto de ley que votarán el jueves o el viernes. En París, la manifestación arrancará a las 13.30. La anterior protesta, el 12 de octubre, congregó a 1.230.000 manifestantes según la policía, cifra que los sindicatos aumentan a 3,5 millones. El 71% de los franceses apoya la movilización, según un sondeo de CSA.

En los aeropuertos de París se suspenderán el 50% de los vuelos de Orly y el 30% de los que operen desde Roissy Charles de Gaulle mientras que la aerolínea de referencia, Air France, cuenta con mantener el 100% de su servicio de larga distancia, el 80% de los vuelos de corta y media distancia y el 50% de los vuelos de corto recorrido. Los camioneros, que ayer se incorporaron a la protesta, se hicieron notar organizando "operaciones caracol" y taponando autopistas, siguen hoy en la calle. Las estrategias de ralentización empiezan ya a sentirse, entre otras, en las carreteras de acceso París.

3.500 gasolineras "en situación dramática",

La empresa pública de ferrocarriles, SNCF, ha anunciado esta mañana que por el momento se cumplen sus previsiones y que circularán un 25% de los trenes interprovinciales, un 60% de los trenes con salida o destino en París, la mitad de los trenes de alta velocidad y todos los trenes de Eurostar. Además, un tercio de los maestros de Primaria se sumará a la huelga, según los sindicatos, cifra que el Ministerio de Educación reduce al 10%, a lo que hay que añadir el bloqueo de cinco universidades. Este es uno de los puntos más complicados de la jornada ya que las protestas estudiantiles concluyeron ayer con 196 detenidos y en torno a una veintena de policías heridos. La huelga también tendrá repercusión en la empresa pública de correos, La Poste, en France Télécom y en el sector público audiovisual.

Lo más grave sigue siendo la falta de combustible. La paralización de las 12 refinerías desde hace casi una semana y el bloqueo de varios importantes depósitos de carburante han provocado una escasez que, multiplicada por la psicosis que empuja a los automovilistas a buscar carburante como sea, amenaza con estrangular la economía francesa. Todos los ministros tranquilizan (o intentan tranquilizar) a la población asegurando que no faltará el carburante. Varios medios franceses aseguran que esta mañana ya son 2.500 gasolineras cerradas de las 12.000 que tiene el país y según una asociación de distribuidores de combustible, ya se cuentan en 3.500 las estaciones de servicio "en situación dramática", muchas de ellas en poblaciones rurales. El abastecimiento de carburante es especialmente difícil en el oeste de Francia y en la región costera de Normandía.

Mientras, Sarkozy sigue decidido a culminar esta reforma, que retrasa la edad legal de jubilación de 60 a los 62 años, por considerarla "necesaria", tal y como ha mantenido en los últimos meses. "Francia la va llevar a cabo y la va a aplicar", manifestó anoche. Nada contracorriente, a juzgar por los sondeos.

El secretario confederal del sindicato Confederación General del Trabajo (CGT), Daniel Sánchez, ha asegurado a RNE: "Seguramente tendremos tres o cuatro millones. Preguntado por si los trabajadores y los estudiantes van a conseguir paralizar el país con sus protestas, Sánchez ha contestado que si ocurre, "no es culpa de lostrabajadores". "Si el Gobierno no quiere oír lo que se dice en la calle, tiene la responsabilidad del bloqueo que se va a producir en Francia", ha explicado. A juicio del líder sindicalista, Sarkozy y el primer ministro, François Fillon, "están equivocados" si creen que mostrando una postura firme e insistiendo en la necesidad de la reforma del sistema de pensiones van a conseguir que "paren las manifestaciones", porque obedecen a "un problema mas profundo que (el de) la jubilación".


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