Europeos entrenados en Afganistán y Pakistán son la nueva amenaza terrorista

Los responsables de Interior de los Veintisiete concluyen que Washington deberá evitar en el futuro emitir advertencias genéricas que alarman a la población
RICARDO MARTÍNEZ DE RITUERTO | Bruselas 07/10/2010

Ciudadanos europeos radicalizados, entrenados en Afganistán y Pakistán y en condiciones de volver a sus países para perpetrar atentados son la amenaza a la que se refería Estados Unidos cuando la pasada semana lanzó la alerta terrorista en territorio europeo. Los ministros del Interior de la Unión Europea, con distintos puntos de vista sobre la realidad de la amenaza en su propio territorio, han debatido sobre el caso y han llegado a la conclusión de que Washington deberá evitar en el futuro emitir advertencias genéricas que alarman a la población. España no va a aumentar el nivel de alerta vigente.

Jane Holl Lute, adjunta a la secretaria de Estado de Seguridad Interior de Estados Unidos, ha sido la estrella invitada a la cita de Luxemburgo, para que explicara a los ministros las razones de la alerta. "Nos confirmó la realidad y persistencia de la amenaza sin precisar los objetivos exactos", ha explicado Gilles de Kerchove, coordinador europea de la lucha antiterrorista. El ministro francés, Brice Hortefeux, ha ido más allá: "La amenaza es real. Se trata de un cierto número de ciudadanos europeos formados y entrenados en Afganistán y en Pakistán que pueden volver a Europa con malas intenciones". De Kerchove ha subrayado que el hecho de que sean portadores de pasaporte europeo dificulta su localización.

La alerta americana versa sobre 25 europeos, cuyas nacionalidades no han trascendido. Recientemente Berlín ha hablado del retorno de unos 75 alemanes de los 200 que desplazados hasta la zona de Afganistán y Pakistán. Son también polos de atracción Yemen y Somalia.

En la reunión ha quedaoclaro que por circunstancias geográficas, históricas o demográficas (población enraizada en países islámicos) distintos países europeos sienten distinto grado de amenaza y que carece de sentido lanzar una alerta genérica sobre todo el continente como hizo Estados Unidos. Francia, Reino Unido, Suecia y Dinamarca están preocupados al tiempo que España considera innecesario incrementar la alerta.

"El nivel actual ya es bastante alto" en España, ha explicado el secretario de Estado de Interior, Antonio Camacho, que ha acudido a la reunión en nombre del ministro, Alfredo Rubalcaba. Según Camacho, no es necesario insistir sobre los peligros a los "españoles, muy conscientes de la amenaza terrorista porque han sufrido a ETA y al radicalismo islámico".

En la propia Comisión Europea hay puntos de vista contrapuestos. La comisaria de Justicia, Viviane Reding, ha dicho esta semana que no había razón para la alarma mientras hoy la de Interior, Cecilia Malsmtröm, aseguraba que el Ejecutivo comunitario no tiene motivos para cuestionar las evaluaciones ni de Estados Unidos ni de los distintos Gobiernos europeos.

"Ellos [Estados Unidos] tienen mucha razones para decir lo que han dicho", ha opinado la ministra belga, Annemie Turtelboom, en su calidad de presidenta de turno de la Unión. Pero ha añadido: "Se debe cooperar mejor en la comunicación de las alertas de viaje para no alarmar a la población". Como ha dicho Camacho, "hay que dar información a los ciudadanos, pero sin intensificar la sensación de riesgo". A falta de acuerdo sobre el grado de amenaza, los ministros acordaron celebrar una reunión anual de responsables de seguridad de ambos lados del Atlántico para buscar el equilibrio entre informar y no alarmar.


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