Elecciones en EE UU

Los republicanos vetan el fin de Guantánamo
Una victoria de la oposición impedirá al presidente Obama cerrar el polémico penal
ANTONIO CAÑO - Washington - 30/10/2010

Una victoria del Partido Republicano la próxima semana le haría casi imposible a Barack Obama cumplir con su promesa de cerrar la prisión de Guantánamo, en Cuba, y significaría también un serio obstáculo para el desarrollo de otros proyectos de la política de seguridad y exterior de la actual Administración.

Una victoria del Partido Republicano la próxima semana le haría casi imposible a Barack Obama cumplir con su promesa de cerrar la prisión de Guantánamo, en Cuba, y significaría también un serio obstáculo para el desarrollo de otros proyectos de la política de seguridad y exterior de la actual Administración.

Guantánamo es un símbolo de la rectificación que Obama quiso hacer con respecto al Gobierno de George Bush. Por tanto, para la mayoría republicana que probablemente controlará el Congreso, es también un símbolo de todo aquello en lo que hay que frenar al presidente. Una gran parte de los actuales representantes de la oposición en el Capitolio son ya de la opinión de que el cierre de Guantánamo constituiría una amenaza para la seguridad nacional. Ese sector se va a ver a partir del martes reforzado por elementos más radicales y, posiblemente, en número suficiente como para impedir cualquier acción de la Casa Blanca.

El cierre de Guantánamo, donde quedan actualmente 174 presos, se ha visto retrasado hasta ahora por una serie de dificultades legales y por la resistencia de los propios congresistas demócratas. Su consumación solo es posible mediante dos vías: el traslado de los presos a territorio norteamericano y su expatriación o deportación a terceros países que quieran acogerlos. Los republicanos están decididos a bloquear ambas opciones.

Para el traslado de los presos a EE UU, la Administración ha decidido habilitar una prisión de alta seguridad en Illinois y ha solicitado al Congreso 100 millones de dólares a fin de afrontar los gastos de esa operación. Hasta ahora el Congreso ha condicionado la aprobación de esa partida a la presentación por parte del Gobierno de garantías de que ese traslado no representa ningún riesgo para la población norteamericana.

Los principales senadores republicanos han advertido ya de que esas garantías no existen, por lo que el dinero para el cierre de Guantánamo no será aprobado. Los republicanos de más alto rango en los comités de Inteligencia y de Asuntos Judiciales del Senado, Christopher Bond y Jeff Sessions -que serían los presidentes de esos comités si su partido consigue la mayoría- escribieron el pasado agosto una carta al fiscal general, Eric Holder, en la que le advertían de que la Administración estaba "acelerando precipitadamente el cierre de Guantánamo" sin consideración del peligro que eso significaba.

El partido de la oposición quiere también cerrar la vía del envío de presos a otros países. El diario The Wall Street Journal informaba el miércoles de que una comisión de asesores de congresistas republicanos ha visitado en las últimas semanas algunos de los países a los que los sospechosos de terrorismo fueron trasladados, entre ellos España, para certificar que la vigilancia a la que se les somete allí es insuficiente.

Los republicanos tienen intención de preparar unas conclusiones de esa investigación y forzar al Congreso a aprobar una resolución contra las deportaciones de presos, a menos que se cumplan una serie de condiciones tan drástica que, seguramente, ningún país de acogida estaría dispuesto a aceptar. Los congresistas de la oposición consideran su postura justificada por un informe del Pentágono, según el cual alrededor del 20% de los prisioneros deportados vuelven a la actividad terrorista.

De los presos cuya situación está pendiente de solución, hay un centenar que esperan ser transferidos al exterior, algo más de 40 pendientes de ser juzgados y un tercer grupo a los que no se puede juzgar y que resultan demasiado peligrosos como para ser puestos en libertad. Tampoco para los que podrían ser juzgados se espera una solución fácil, puesto que Obama pretende hacerlo en tribunales ordinarios y los republicanos quieren mantener las comisiones militares.

Las deportaciones de presos empezaron con Bush. Hasta ahora han sido enviados a otros países, especialmente a Europa, 66 detenidos. El Departamento de Estado cuenta con un equipo especial de diplomáticos que se encarga de negociar con distintos Gobiernos del mundo la colaboración para facilitar el cierre del penal. Mantener abierto Guantánamo no solo significa un agravio de carácter moral. Como Obama ha dicho en varias ocasiones, Guantánamo es el mejor banderín de enganche del radicalismo islámico.

Otros puntos esenciales de la estrategia de seguridad de la Casa Blanca pueden verse afectados por la victoria de la oposición: el acuerdo de desarme nuclear con Rusia, pendiente de ratificación por el Senado; la política de distensión con China, sometida a la presión republicana sobre Taiwan y los derechos humanos, e incluso la tímida posibilidad de una aproximación a Cuba, materia innegociable para los conservadores. Como ejemplo, si los republicanos ganan la mayoría en la Cámara de Representantes, la probable presidenta del Comité de Relaciones Exteriores sería la congresista de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen, intransigente en todo lo relativo al régimen de los hermanos Castro. El presidente del comité de Supervisión del Gobierno sería Darwell Issa, un auténtico halcón con especial vocación por la política exterior.

Los 12 Estados clave en las legislativas

- CALIFORNIA. El Partido Republicano participa con un dream team: Carly Fiorina, ex consejera delegada de Hewlett-Packard, que aspira al Senado, y Meg Whitman, ex consejera delegada de eBay, candidata a gobernador. Sus rivales son Barbara Boxer, símbolo de la izquierda y senadora desde 1992, y Jerry Brown, un ex gobernador de 72 años. Una victoria republicana sería demoledora para el presente y el futuro de los demócratas.

- NEVADA. Se juega su puesto el líder demócrata en el Senado, Harry Reid, frente a una ardiente defensora del Tea Party, Sharron Angle. Una derrota de Reid tendría un fuerte efecto desmoralizador para el partido en el Gobierno.

- COLORADO. Un candidato muy radical del Tea Party, Ken Buck, tiene posibilidades de derrotar al demócrata Michael Bennet en un Estado que se iba haciendo más demócrata en los últimos años.

- ILLINOIS. Un republicano moderado, Mark Kirk, cuenta con bastantes opciones de arrebatarle al demócrata Alex Giannoulias el escaño del Senado que Barack Obama dejó vacante en 2008 para ocupar la presidencia de Estados Unidos.

- PENSILVANIA. Es un Estado oscilante de los que resulta vital en las elecciones presidenciales. Obama lo ganó en 2008, pero ahora es favorito el republicano Pat Toomey frente al demócrata Joe Sestak para ganar un escaño para el Senado.

- VIRGINIA OCCIDENTAL. El gobernador, el demócrata conservador Joe Manchin, ha incrementado ligeramente en los últimos días sus opciones de batir al republicano John Raese en este Estado muy conservador.

- ESTADO DE WASHINGTON. Este territorio ha sido tradicionalmente un feudo de los demócratas. El republicano Dino Rossi tendrá que derrotar a la candidata demócrata Patty Murray si los conservadores quieren tener mayoría en el Senado.

- KENTUCKY. Es muy probable, aunque aún no garantizada, la victoria para el Senado del republicano Rand Paul, uno de los más radicales miembros del Tea Party, frente a Jack Conway.

- FLORIDA. Se da por segura la victoria de Marco Rubio, otro símbolo del Tea Party, aunque un moderado dentro de ese grupo. Rubio pasaría a ser, como nuevo senador, el hispano más poderoso en Washington.

- NUEVA YORK. El demócrata Andrew Cuomo, el hijo del famoso ex gobernador Mario Cuomo, puede heredar el cargo de su padre si derrota, como es previsible, al excéntrico republicano pro Tea Party,

Carl Paladino.

- ALASKA. El Estado de Sarah Palin puede ser una buena prueba sobre los límites del Tea Party y de su propia carrera. El candidato de ese movimiento, Joe Miller, apoyado por Palin, podría ser derrotado por una veterana republicana, Lisa Murkowski, a la que venció en las primarias.

- WISCONSIN. Un senador demócrata con tres mandatos a sus espaldas, Russ Feingold, parece incapaz de derrotar al republicano Ron Johnson, un desconocido. No es fácil en Estados Unidos vencer a un candidato en ejercicio. Esta puede ser la derrota que mejor resuma el mensaje de estas elecciones.



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