La Unesco suspende el Premio Obiang ante las protestas

Satisfacción entre los activistas de derechos humanos
G. H. / EFE - Madrid / París - 22/10/2010

La Unesco decidió ayer suspender la concesión de un premio financiado por el dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, que debía llevar el nombre de este, tras la enérgica protesta de la comunidad internacional y especialmente de las organizaciones defensoras de los derechos humanos.

La Unesco decidió ayer suspender la concesión de un premio financiado por el dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, que debía llevar el nombre de este, tras la enérgica protesta de la comunidad internacional y especialmente de las organizaciones defensoras de los derechos humanos. Aunque la suspensión no es definitiva, supone un paso más hacia el rechazo de un galardón que llevaría el nombre de "quien desde hace 30 años preside Guinea Ecuatorial sobre una cantidad descomunal de informes de abusos de derechos humanos y mala administración", afirmó el director de Derechos Humanos de la ONG Human Rights Watch, Arvind Gabesan

La instauración del Premio Unesco-Obiang Nguema Mbasogo de Investigación en Ciencias de la Vida ya fue pospuesto en la reunión del pasado junio del Consejo Ejecutivo de esta organización cultural de Naciones Unidas, con sede en París, por la fuerte presión internacional. Reunidos de nuevo, los 58 miembros de ese Consejo se pronunciaron a favor de aceptar la propuesta de suspensión sine die presentada el pasado lunes por la comisión de relaciones exteriores de la organización. Esta dice que debe llegarse a un consenso "entre todas las partes interesadas en un espíritu de respeto mutuo".

En 2008, Obiang, de visita en París, anunció en la Unesco su intención de donar tres millones de dólares (2,14 millones de euros) para crear un premio científico anual. La mitad de la donación se emplearía en recompensar a los premiados. La otra, en la organización del premio y en gestionar la estancia y la deliberación del jurado. Habría tres premiados por año, a razón de 100.000 dólares cada uno, para recompensar a científicos e instituciones estudiosos de las causas y remedios contra problemas que afectan a la salud, amenazan la vida de los seres humanos y ponen en peligro la biodiversidad del planeta. La donación debía durar para cinco ediciones del galardón.

"Tomo nota de esta decisión de nuestros Estados miembros, alcanzada por consenso y con respeto y dignidad hacia todas las partes implicadas", declaró la directora general de la organización, Irina Bokova.

Gobiernos democráticos, premios Nobel, intelectuales y activistas de los derechos humanos han expresado en los últimos meses su rechazo frontal al galardón. Los opositores al premio han insistido en que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura no debe vincular su nombre al de un dictador.


© EDICIONES EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200

Entradas populares de este blog

ADIOS MADIBA