La violencia sigue cobrándose víctimas en Kirguizistán

Ascienden a 82 los muertos y a casi 1.100 los heridos en los choques étnicos.- EE UU pide una rápida restauración de la paz y el orden en la región
RODRIGO FERNÁNDEZ | AGENCIAS - Moscú - 13/06/2010

El conflicto étnico desatado en Kirguizistán entre kirguises y uzbekos en las regiones de Osh y Jalal-Abad se ha cobrado ya la vida de 82 personas y ha dejado heridas a más de un millar. El Gobierno de provisional de Kirguizistán ha reconocido sentirse desbordado por la situación y que el país necesita de otras fuerzas militares para controlar la situación. La presidenta interina de Kirguizistán, Rosa Otunbáyeva, solicitó ayer a Rusia el envío de fuerzas de paz a Osh , la segunda ciudad de ese país centroasiático, pero Moscú rechazó la petición alegando que el conflicto es un asunto interno y "Rusia aún no ve condiciones para participar en su arreglo", según Tatiana Timakova, la portavoz del presidente ruso, Dmitri Medvédev.

La decisión de pedir ayuda a Rusia la tomó Otumbáyeva después de que el primer ministro, Félix Kúlov, opinara que el Gobierno provisional debía solicitar con urgencia el envío de tropas de pacificación, ya sea a la ONU o a OTSC. "No importa quién envíe las tropas de pacificación, la ONU o la OTSC. Es un asunto urgente. Mientras se estudia este asunto en Osh muere gente", dijo Kúlov a un grupo de periodistas en Bishkek.

Rusia, a pesar de haber rechazo el envío de fuerzas de paz, se ha comprometido a reunir al Consejo de las Fuerzas de Seguridad Colectiva de los países que son miembros del tratado homónimo, para celebrar consultas para "elaborar medidas colectivas de reacción". Esas consultas, que se celebrarán mañana, estarán a cargo de los secretarios de seguridad de los países miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), de la que forman parte Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguizistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán.

Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos, que sigue de cerca los acontecimientos, ha pedido la "rápida restauración de la paz y el orden público" en la ciudad de Osh y el resto de lugares en el país donde se registra violencia étnica. "EEUU respalda los esfuerzos de Naciones Unidas y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa para facilitar la paz y el orden y la ayuda humanitaria a las víctimas de la violencia y el desorden en la República de Kirguizistán", según ha declarado el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley en un comunicado.

Tensión étnica

En la zona oeste de Osh -donde viven los uzbekos- las autoridades lanzaron ayer una "operación especial para estabilizar la situación" y el corresponsal de la agencia de noticias rusa, que se encuentra en el lugar de los acontecimientos, informó que se oían disparos de artillería. Sin embargo, más tarde, la situación en esta ciudad se calmó, cosa que se atribuyó a las noticias de que el Gobierno había pedido la intervención rusa. La situación se ha vuelto tensa ahora en otra ciudad del sur de Kirguizistán, Jalalabad, donde 5.000 hombres enfurecidos exigían autobuses para trasladarse a Osh. Ante esto, el Gobierno resolvió imponer el estado de excepción y el toque de queda también en esa ciudad.

La mayoría de víctimas mortales, 73, se han registraron en la región de Osh, mientras que en Jalal-Abad hay constancia de 9 muertes causadas por la violencia étnica, según informó un portavoz ministerial a la agencia AKIpress., quien ha añadido que más de un millar de personas han solicitado asistencia médica, de las cuales 614 tuvieron que ser hospitalizadas, la mitad de ellas en estado grave, y 383 recibieron tratamiento ambulatorio.

Casi dos mil personas se han congregado ya en el hipódromo de Jalal-Abad para exigir la dimisión del gobernador de la región, Bektur Asánov, así como la detención y comparecencia ante los tribunales del líder uzbeko local, Kadirzhán Batírov, al que acusan de incitar al odio interétnico.

En tanto, Akmatbek Keldibékov, uno de los líderes del partido Ata-Zhurt, ha subrayado que para poner fin al derramamiento de sangre es necesario que comience un proceso de diálogo entre kirguises y uzbekos, según informó desde Biskek la agencia rusa Interfax. "Es necesario que comience este proceso con la mediación de organizaciones internacionales de peso, da igual que sea la ONU, la Organización de Cooperación de Shanghái o la OSCE, lo importante es que comience", ha declarado.


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