La ONU pide la creación de un corredor humanitario para ayudar a los refugiados de Kirguizistán

El Consejo de Seguridad condena el brote de violencia étnica y teme que el número de desplazados, cifrados en 75.000, aumente a 100.000.- Uzbekistán cierra su frontera a los que huyen.- Ascienden a 171 los muertos y a 1.762 los heridos
AGENCIAS - Moscú - 15/06/2010

Uzbekistán ha cerrado hoy su frontera a los refugiados provenientes de Kirguizistán, informa la agencia digital centroasiática Ca-news.org. "No tenemos más sitio para acogerlos", ha declarado el viceprimer ministro uzbeko, Abdulá Arípov, para justifica la medida, añade la nota de Ca-news.or fechado en Taskent, la capital de Uzbekistán. La enviada especial de Naciones Unidas, Miroslav Jenca, teme que el número de refugiados "se eleve pronto a 100.000". La ONU ha condenado el brote de violencia y ha pedido la creación inmediata de un corredor humanitario por el que entregar ayuda a los desplazados.

Abdulá Arípov ha asegurado que ya han sido registrados oficialmente como refugiados cerca de 45.000 kirguises de origen uzbeko, aunque ha precisado que esta cifra no incluye a los niños. La víspera, el Ministerio de Emergencia de Uzbekistán estimó en 75.000 los refugiados del país vecino, tras el último estallido de violencia étnica en las ciudades kirguises de Osh, la segunda más grande del país, y Jalalabad, donde reside una importante minoría uzbeka. "Recibimos la información de las autoridades uzbekas de que el número de refugiados que se congrega en el lado uzbeko es 75.000, pero este número es creciente y pronto puede pasar de las 100.000 personas", ha subrayado Jenca en rueda de prensa. Sin embargo, la inseguridad en el lado kirguís de la frontera lo ha hecho imposible de supervisar los números. Según cálculos de la Cruz Roja Internacional, los choques étnicos en el sur de Kirguizistán, en los que se han incendiado viviendas y comercios, han provocado el éxodo de más 80.000 uzbekos.

Con la mirada puesta en Rusia

Arípov ha indicado además que Uzbekistán necesita ayuda de las organizaciones internacionales para acoger a los refugiados. Según las autoridades kirguíes, muchos de los refugiados que llegan a la frontera, entre los que hay principalmente mujeres, ancianos y niños, necesitan ayuda médica urgente. La Cruz Roja Internacional ya ha anunciado el envío de material de asistencia. En este sentido, el subsecretario general para Asuntos Políticos de la ONU, Lynn Pascoe, ha propuesto la creación del corredor humanitario en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU dedicada a tratar la difícil situación en Kirguistán, y en la que los 15 estados miembros del organismo han condenado la situación, así como el propio consejo. "El Consejo de Seguridad condena los actos continuados de violencia en la república kirguís y resalta la necesidad de apoyar la distribución urgente de ayuda humanitaria", ha dicho a la salida de una reunión el presidente de turno del órgano, el embajador mexicano Claude Heller. Asimismo, ha instado a que se restablezca la calma, el orden y el Estado de derecho, además de pedir a las dos etnias que se resuelvan de manera "pacífica" sus desavenencias.

Según el último informe hecho público este martes por el Ministerio de Salud de Kirguizistán, al menos 171 personas han muerto y otras 1.762 están heridas a consecuencia de las luchas interétnicas. La cifra oficial de muertos solo refleja los registrados en hospitales, pero tanto desde Osh como desde Jalalabad llegan noticias de cadáveres amontonados en mezquitas inaccesibles por razones de seguridad. La ministra de Sanidad, Damira Niyazaliyeva, ha reconocido en este sentido que la cifra real puede ser mayor, ya que, por ejemplo, 33 cadáveres han sido trasladados a distintas morgues por familiares o por policías que los han recogido en la calle sin pasar por ningún hospital. Desde la comunidad uzbeka, que en diversos puntos está aislada y sitiada, se calculaban en 700 las víctimas uzbekas de pogromos e incendios en Jalalabad. "La noche ha transcurrido con tranquilidad, sin incidentes, salvo algunas provocaciones", ha dicho el gobernador de la provincia de Jalalabad, Bektur Asánov, citado por el portal informativo kirguís AKI-press. El gobernador ha añadido que esta mañana abrieron algunos comercios de la ciudad.

Kirguizistán, con una superficie de 198.500 kilómetros cuadrados, tiene un población de 5,3 millones de habitantes, de los cuales cerca del 14% son uzbekos, que residen mayoritariamente en el suroeste del país, la región afectada por la ola de violencia. Los líderes de las comunidades kirguís y uzbeca de Kirguistán ya han anunciado que podrán en marcha esfuerzos para poder culminar un proceso de reconciliación nacional, informa la agencia Ria Novosti. La gravedad de los disturbios ha llevado al presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, a afirmar que la situación es "intolerable", mientras que la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, una alianza militar integrada por países del antiguo espacio soviético, ya ha ofrecido prestar asistencia militar a Kirguistán para sofocar los disturbios.

La OTSC está integrada por Rusia, Kazajistán, Kirguizistán, Uzbekistán, Tayikistán, Armenia y Bielorrusia, y en 2009 fundó unas fuerzas de reacción rápida, vertebradas alrededor de paracaidistas rusos. Rusia, la antigua metrópoli colonial centroasiática, se configura como el único centro capaz de liderar una intervención pacificadora, aunque parece confiar aún en la posibilidad de superar la crisis reforzando al Gobierno provisional de Kirguizistán con equipo y especialistas, informa Pilar Bonet. La intervención de Rusia fue solicitada el sábado por el Gobierno provisional kirguís, dirigido por Rosa Otunbáyeva. Lo mismo solicitaban vehementemente los líderes de las comunidades étnicas kirguís y uzbeka, que dieron ayer una conferencia de prensa conjunta en Moscú. Todo indicaba que, en caso de intervenir, el Kremlin consensuará la fórmula sobre todo con Uzbekistán y Kazajistán, y también buscara el respaldo de la comunidad internacional.

Aunque no está claro qué desencadenó los violentos enfrentamiento, Osh está considerada un bastión de los partidarios del ex presidente Kurmanbek Bakíev, quien fue depuesto de su cargo el pasado abril durante una violenta revuelta. La revuelta del pasado abril motivó la actuación de los principales actores internacionales en la región: EE UU, Rusia y China. En la ex república soviética existen bases militares tanto de Moscú como de Washington, que organiza la mayor parte de su logística para la guerra de Afganistán desde el norte del país.

Evacuados de Pakistán y China

El Gobierno paquistaní ha evacuado la pasada madrugada en un vuelo chárter a 134 de sus ciudadanos residentes en Kirguizistán. Los evacuados, en su mayoría estudiantes, han llegado a la base aérea de Chaklala, cercana a Islamabad, en el primero de los tres aviones que las autoridades paquistaníes han decidido enviar a Kirguizistán. En las próximas horas está previsto el aterrizaje de un segundo avión en el que viaja el cadáver de Alí Raza, paquistaní que murió en los disturbios de Osh.

El Gobierno chino también ha evacuado a 195 de sus ciudadanos residentes en Kirguizistán con dos aviones chárter llegados ya a China. Alrededor de 1.000 chinos residen en Kirguizistán y fuentes diplomáticas han asegurado que otros dos aviones chárter serán fletados hoy para sacarlos de este país.




© EDICIONES EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200

Entradas populares de este blog

ADIOS MADIBA