Cameron y Sarkozy relanzan la alianza franco-británica



A la sombra de De Gaulle, los líderes entierran los choques de Blair y Chirac
WALTER OPPENHEIMER - Londres - 19/06/2010

David Cameron y Nicolas Sarkozy aprovecharon los homenajes brindados ayer en Londres al general Charles de Gaulle para relanzar una alianza franco-británica que salió renqueante de la crisis de Irak y de los desencuentros personales que marcaron la relación entre el entonces primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente francés, Jacques Chirac.

David Cameron y Nicolas Sarkozy aprovecharon los homenajes brindados ayer en Londres al general Charles de Gaulle para relanzar una alianza franco-británica que salió renqueante de la crisis de Irak y de los desencuentros personales que marcaron la relación entre el entonces primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente francés, Jacques Chirac.

Mientras el actual primer ministro subrayó que Francia y Reino Unido "están hoy hombro con hombro", el inquilino del palacio del Elíseo agradeció el apoyo de los británicos al llamamiento de De Gaulle a la resistencia de los franceses frente al ocupante nazi en la II Guerra Mundial, y proclamó que "la unidad entre ambos países ha sido siempre una condición para su supervivencia".

Detrás de la retórica y la pompa que rodeó la breve visita a Londres de Sarkozy con motivo del 70º aniversario del primer mensaje de De Gaulle a la Francia ocupada desde los estudios de la BBC, palpitó el buen entendimiento de ambos políticos. En contraste con la frialdad de su relación con la canciller alemana, Angela Merkel, Cameron ha encontrado en Sarkozy a un aliado dispuesto a ayudar a atravesar las procelosas aguas europeas a un primer ministro que se apoyó en el antieuropeísmo para cimentar su carrera política, pero que ha de trabajar con Europa ahora que está al frente del Gobierno británico.

Sarkozy viajó a Londres acompañado de su esposa, Carla, en un servicio especial de Eurostar con una comitiva de 800 personas para participar en el homenaje a De Gaulle. A primera hora de la mañana, el matrimonio presidencial visitó los antiguos estudios de la BBC en el centro de Londres, la célebre Broadcasting House. Luego fueron recibidos por el príncipe Carlos, primero en la línea de sucesión al trono de Isabel II, en su residencia oficial de Clarence House.

Juntos depositaron sendas coronas de flores ante las estatuas del rey Jorge VI, monarca británico durante la II Guerra Mundial, y la reina Isabel, en el Mall, antes de hacer lo mismo ante la discreta estatua de De Gaulle que se levanta frente al número 4 de Carlton Gardens, donde estaban instalados los cuarteles generales de Francia Libre en Londres.

Luego, acompañado de Cameron, Sarkozy homenajeó a los ex combatientes británicos y franceses en un acto público en el Royal Hospital Chelsea, convertido en hogar de soldados veteranos. El primer ministro subrayó que, aunque gran parte del Gabinete británico de la época se opuso a permitir a De Gaulle que convirtiera Londres en su cuartel general, uno de sus bisabuelos, Duff Cooper, fue uno de los ministros más activos para permitir que se dirigiera a los franceses a través de la BBC.


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