Corea del Sur refuerza con más militares sus islas del mar Amarillo

Pyongyang rechaza la oferta de diálogo de Naciones Unidas y amenaza con más ataques si hay nuevas "provocaciones" de Seúl.- China pide "la máxima contención" a las dos partes
EL PAÍS - Madrid - 25/11/2010

Corea del Norte llevará a cabo "un segundo e incluso un tercer ataque sin ninguna vacilación, si Corea del Sur realiza insensatas provocaciones militares otra vez", sentencia un comunicado lanzado por el régimen stalinista norcoreano. Tras asegurar de nuevo que lanzó el ataque sobre una isla surcoreana -provocando cuatro muertos- tras recibir unos disparos, la República Democrática Popular de Corea afirma que está demostrando "un control sobrehumano", pero que tienen las armas listas para atacar.

Después de que Seúl haya anunciado que cancela un plan que recortaba la presencia de tropas en la costa oeste y que reforzará la presencia de militares en cinco de sus islas en el mar Amarillo, Pyongyang ha rechazado la proposición de diálogo del Mando de Naciones Unidas (UNC) en la península coreana -encargada de supervisar el armisticio con el que finalizó la Guerra de Corea (1950-53), que perseguía rebajar la tensión en la zona y facilitar el intercambio de información entre los dos países. Pyongyang considera que "no ganaría mucho con esas conversaciones", según ha informado un portavoz del Ministerio de Defensa de Corea del Sur.

Hoy, el Parlamento de Corea del Sur ha pedido al gobierno medidas contundentes para prevenir futuras provocaciones del régimen comunista de Corea del Norte, tras condenar el ataque norcoreano. Las peticiones forman parte de una resolución, presentada a iniciativa del partido gobernante, que ha sido aprobada hoy en el hemiciclo surcoreano con 261 votos a favor, solo uno en contra y nueve abstenciones, informa la agencia local Yonhap.

El texto destaca que la "provocación militar armada" de Corea del Norte viola el armisticio que puso fin a la guerra de Corea, y pide al régimen de Kim Jong-il que cese en sus provocaciones y se disculpe por el ataque. También insta al Gobierno de Seúl a reaccionar con rapidez y firmeza ante cualquier futura provocación norcoreana, y a proseguir sus esfuerzos diplomáticos para informar de la situación a la comunidad internacional.

Mientras, el primer ministro chino Wen Jiabao ha declarado que China "se opone a toda provocación militar", según ha recogido una agencia de noticias china.En la primera declaración de un líder chino, que ha realizado durante su visita oficial a Moscú,el primer ministro también ha pedido "la máxima contención" de las dos partes, y ha calificado la actual situación en la zona de "grave y compleja", por lo que pidió a la comunidad internacional "que haga más esfuerzos conducentes a reducir las tensiones". El próximo domingo, darán comienzo las acciones militares conjuntas pactadas entre Estados Unidos y Corea del Sur a raíz del ataque en una zona que está en disputa por las dos Coreas.

China, país al que la comunidad internacional está presionando para que sea una pieza clave para mediar en el conflicto entre las dos Coreas y para disuadir a Pyongyang de sus aspiraciones nucleares, hasta el momento se había limitado a pedir a las dos partes que continuaran con el diálogo. Sin dar más detalles que por "cuestiones de agenda", y en un momento de máxima tensión en la zona, el ministro de Exteriores chino Yang Jiechi ha anulado un viaje previsto a Seúl para finales de esta semana, aunque el Ministerio de Asuntos exteriores surcoreano ya ha anunciado que ambos países trabajan para establecer una nueva fecha.

Una visita previa

Al parecer, el dirigente norcoreano, Kim Jong-il, y su hijo y sucesor Kim Jong Un habrían visitado unas horas antes la base militar desde la que se lanzaron los obuses, según han informado esta madrugada medios surcoreanos. Una fuente del Gobierno, que mantiene su anonimato, citada por el Joongang Daily apunta a que fue el líder norcoreano quien ordenó el ataque contra la isla de Yeonpyeong.

La agencia estatal norcoreana KCNA se limita a recoger la visita que Kim habría realizado con miembros de la cúpula militar, entre ellos su hijo, a una piscifactoría de Yongyon, a unos kilómetros de la base naval de la provincia de Hwanghae Sur. Según la misma fuente, ahora la Inteligencia militar surcoreana estaría intentando determinar si esta visita está directamente relacionada con el ataque.


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