Optimismo moderado ante un posible acuerdo para desbloquear la crisis de la deuda en EE UU

Los demócratas aplazan 12 horas la votación de su plan ante la perspectiva de un pacto entre demócratas y republicanos que evite la suspensión de pagos


EL PAÍS / EFE - Washington - 31/07/2011


Una puerta se ha abierto en las últimas horas en Estados Unidos para evitar que el país entre en suspensión de pagos. Existe en estos momentos un optimismo moderado en torno a las negociaciones in extremis que están manteniendo los republicanos y la Casa Blanca. La votación del plan del líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, que estaba prevista para la una de la madrugada (hora local, 05.00 GMT) se ha retrasado 12 horas ante la perspectiva de un posible acuerdo. Según cuentan los medios estadounidenses, los progresos en las negociaciones son significativos. El martes 2 de agosto es la fecha límite para cerrar un pacto.

"Estoy contento de ver este movimiento hacia la cooperación y el compromiso. Espero que dé frutos", ha señalado Reid. El líder de la mayoría demócrata en el Senado cree que "hay muchos elementos" para cerrar un acuerdo, aunque matiza que todavía queda un camino por recorrer. "Hay que dar a cada uno el espacio que sea posible para hacer su trabajo", ha subrayado.

El Senado se preparaba ayer para un voto de madrugada para limitar el debate en torno al plan demócrata sobre la deuda y garantizar que la medida podría votarse definitivamente a primera hora del lunes. Sin embargo, Reid ha decidido aplazar esa votación 12 horas, hasta las 13.00 del domingo (17.00 GMT), a petición de funcionarios de la Casa Blanca, que han visto espacio para un posible compromiso con los republicanos y han pedido al líder demócrata unas horas más de margen.

En un fin de semana clave para evitar que el Tesoro estadounidense declare parcialmente el cese de pagos el próximo martes, la Casa Blanca y el Capitolio continuaron ayer sábado sus negociaciones, con el propio presidente de EE UU, Barack Obama, inmerso en conversaciones con demócratas y republicanos. En una agitada votación, la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, rechazó, por 246 contra 173 votos, la propuesta demócrata para elevar el techo de la deuda, que ahora se sitúa en 14,3 billones, antes aún de que el Senado iniciara siquiera los trámites para votarla.

Los republicanos optaron así por devolver el golpe que el Senado asestó el viernes a la propuesta del presidente de la Cámara Baja, John Boehner, al bloquearla poco después de que fuera aprobada en ese hemiciclo. El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, aseguró en una conferencia de prensa tras la votación que había hablado ayer por teléfono tanto con el vicepresidente, Joe Biden, como con Obama, y opinó que el mandatario debería estar presente en cualquier negociación para llegar a un consenso.

"Confío plenamente en que lograremos un acuerdo en un futuro muy próximo", aseguró McConnell, mientras que Boehner subrayó que los estadounidenses pueden estar seguros "de que esta crisis se acabará" y de que "no habrá cese de pagos". Ese optimismo contrastó con la frustración que Reid expresó más tarde en el pleno del Senado, después de una visita a la Casa Blanca junto con la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Los dos legisladores se reunieron con Obama poco después de que el plan de Reid se estrellara en la Cámara Baja, en un encuentro del que no han trascendido detalles. "No es cierto que estemos cerca de un acuerdo significativo", dijo Reid en el Senado tras la reunión. "Y si estamos hoy aquí, es por una sencilla razón: el filibusterismo", añadió.

El apoyo de al menos siete republicanos

Para zanjar el debate en torno a su medida, Reid necesitará en la votación de hoy domingo una mayoría de 60 votos, lo que obliga a los demócratas, que controlan la Cámara Alta, a asegurarse el respaldo de al menos siete republicanos. Ese objetivo parecía ayer lejano cuando McConnell entregó a Reid una carta en la que 43 de los 47 senadores republicanos se comprometían a votar en contra.

Reid ha modificado en los últimos días su plan para añadirle elementos impulsados por McConnell, y su propuesta incluye ahora una elevación de la deuda en dos fases, hasta llegar a 2,4 billones, y una reducción del déficit en 2,2 billones de dólares en la próxima década.

No obstante, carece de un mecanismo que establezca cómo actuar si el Congreso no consigue reducir el déficit en los niveles esperados, lo que se ha convertido en el principal argumento de muchos republicanos para rechazar el plan. "Es hora de que acabemos con este teatro del absurdo", dijo tras la votación en la Cámara Baja una decepcionada Nancy Pelosi, que instó a los legisladores de ambos partidos a lograr una solución 'real'.



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