Lula cifra en un 99% la probabilidad de lograr un acuerdo nuclear con Irán

El líder brasileño viaja de Rusia a Teherán para mediar con Ahmadineyad
FRANCHO BARÓN - Río de Janeiro - 15/05/2010

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se convertirá mañana en el último cartucho de la comunidad internacional para intentar resolver el contencioso nuclear con Irán, que amenaza con deflagrar un nuevo conflicto entre el mundo árabe y occidente. Así lo han expresado EE UU y Rusia, y así lo entiende el propio Lula, que contra viento y marea pretende arrancar de su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad, un compromiso de cooperación con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y con los requerimientos del Consejo de Seguridad de la ONU.

En el marco de una visita oficial a Rusia previa a su llegada a Teherán, el líder brasileño se mostró el viernes optimista en demasía al afirmar que las posibilidades de éxito de su interlocución con las autoridades iraníes se elevan a "un 99%". "Voy a Irán con la convicción de que llegaremos a un acuerdo. Si no lo conseguimos, volveré feliz, porque al menos no habré sido negligente", declaró junto al presidente ruso Dmitri Medvédev. Ante el mismo ejercicio de cálculo de probabilidades, éste dijo sentirse "tan optimista como el presidente Lula", aunque rebajó las posibilidades de acuerdo a "un 30%".

Lula coincidirá en Teherán con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, que podría convertirse en un apoyo clave para el éxito de la misión brasileña. La propuesta que Brasil pondrá sobre la mesa radica en el compromiso de Irán de enriquecer uranio fuera de sus fronteras, tan sólo al 20%, y bajo la supervisión de la AIEA. De esta manera, la comunidad internacional obtendría garantías suficientes de que el programa nuclear iraní está destinado a fines pacíficos. Según lo publicado en la prensa iraní en los últimos días, Ahmadineyad ya habría aceptado esta propuesta en una conversación telefónica con el venezolano Hugo Chávez.

Última oportunidad

Mientras tanto, EE UU sigue opinando que tanto el encuentro entre Lula y Ahmadineyad como un eventual acuerdo entre ambos forman parte de la estrategia iraní para seguir ganando tiempo y atrasando las sanciones que la ONU puede imponer al país árabe. Si tras la tentativa de Lula no se produce un giro copernicano en las posiciones iraníes, Washington entenderá que no existe más margen de maniobra para seguir negociando. Francia apoya "integralmente" la iniciativa de mediación brasileña, aunque coincide con los otros miembros del Consejo de Seguridad en que se trata de la última oportunidad que la comunidad internacional brinda a Irán antes de emprender el tortuoso camino de las sanciones.

Medvédev dijo también el viernes que "tal vez se trate de la última oportunidad" para alcanzar un acuerdo antes de llevar este asunto al Consejo de Seguridad. "Espero que los iraníes escuchen atentamente la propuesta de Brasil". 24 horas antes, el presidente ruso y su homólogo estadounidense, Barack Obama, mantuvieron una conversación telefónica en la que acordaron intensificar los esfuerzos en la dirección de la imposición de sanciones.

Posiblemente Lula se enfrente a su último gran reto internacional como presiente de Brasil. Tras haber desempeñado un infructífero papel en el conflicto de Oriente Próximo, el líder brasileño se ha propuesto desatascar el que probablemente sea el más espinoso de los contenciosos latentes en el mundo árabe. Ésta será su gran oportunidad. Además, algunos observadores ya hablan de su evidente interés por el premio Nobel de la Paz, concedido el año pasado a Obama.


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