Los sondeos a pie de urna dejan a los 'tories' al borde de la mayoría



Cameron reclama el derecho a formar Gobierno si las urnas confirman las encuestas.- Sorpresa por los flojos resultados de los liberales-demócratas.- La economía, principal reto del nuevo inquilino de Downing Street
WALTER OPPENHEIMER | Londres 07/05/2010

Un gran sondeo a pie de urna de la BBC y la cadena Sky otorgaba esta noche la victoria al Partido Conservador de David Cameron, que se habría atribuido 305 de los 650 escaños y estaría probablemente en condiciones de formar un Gobierno minoritario. Los laboristas de Gordon Brown obtendrían 255 escaños. Los liberales-demócratas de Nick Clegg habrían retrocedido tres escaños al lograr tan sólo 59 escaños. Una hora después los autores del sondeo restaron dos a los tories para atribuírselos a los liberales.

De confirmarse esos pronósticos, Cameron estaría probablemente en condiciones de formar Gobierno y así lo reclamó un dirigente conservador al declarar que los votantes habrían mostrado "de forma decisiva su rechazo al Gobierno de Gordon Brown".

El flojo resultado de los liberales-demócratas constituye la mayor sorpresa del sondeo y motivo quizás para tomar ese pronóstico con cautela. En 1992, los sondeos anunciaron la victoria del laborista Neil Kinnock, pero fue el primer ministro conservador John Major quien acabó alzándose con el triunfo. En esta ocasión es difícil que el margen de error sea tan grande como entonces porque la BBC, Sky y la cadena ITV se han unido para hacer un solo sondeo a pie de urna a partir de 17.600 entrevistas en 130 colegios electorales.

Los liberales-demócratas se declararon muy "extrañados" por los resultados del sondeo y subrayaron que este está concebido a partir de circunscripciones en las que se enfrentan conservadores y laboristas y que el sistema electoral, con 650 circunscripciones que adjudican un escaño cada una, hace muy difícil hacer una estimación de los escaños liberales.

De momento se han adjudicado sólo un puñado de escaños, todos ellos en bastiones laboristas. Para preocupación de Gordon Brown, esos escrutinios reflejaban una fuerte caída del voto laborista y su trasvase a los conservadores, no a los liberales-demócratas.

Aunque todos los indicadores apuntan a una clara victoria conservadora, hay que esperar a los resultados definitivos. Una variación de 10 o 15 años a un lado u otro podría dibujar escenarios completamente distintos, desde un Gobierno conservador con apoyo de los unionistas del Ulster a, mucho menos probable, una frágil coalición de laboristas y liberales-demócratas con el objetivo principal de reformar el sistema electoral.

Un escenario de cierta inestabilidad política en un momento particularmente delicado. No sólo por la situación económica general del Reino Unido, que debe afrontar un duro recorte del gasto público en los próximos años, sino porque las elecciones han coincidido con la crisis de Grecia, que empieza a contagiarse a las economías globales. Pese a la incógnita del resultado de los liberales-demócratas, la ausencia en principio de mayoría absoluta parece más un argumento a favor de la reforma electoral que en contra.

Votación masiva

La noche se vio empañada por las largas colas en los colegios electorales, que cerraron a las 10 de la noche dejando a miles de personas sin poder ejercer el derecho a votar. En otros colegios se decidió prolongar el tiempo de votación, pese a que está prohibido. Esos incidentes son una prueba de que los británicos acudieron ayer en masa a las urnas para votar en las elecciones generales más inciertas desde 1974.

Algunos analistas estimaban que la participación podría acabar rompiendo la barrera del 70%, pero parece difícil que acabe alcanzando el 77% registrado en 1992. Los colegios electorales abrieron a las 7 de la mañana y cerraron a las 10 de la noche (las 11 en la España peninsular). Dada la lentitud con que se lleva a cabo el recuento en el Reino Unido, apenas se habían anunciado unos pocos escaños a medianoche.

Casi 44,3 millones de votantes estaban inscritas en el registro electoral en diciembre pasado y más de 500.000 descargaron por Internet los formularos para registrarse durante la campaña electoral, por lo que la cifra final de votantes registrados puede superar fácilmente los 44,5 millones de personas. No sólo los británicos pudieron votar ayer: también los irlandeses y los ciudadanos de países de la Commonwealth residentes legalmente en el Reino Unido y mayores de 18 años tienen derecho a voto.

A las elecciones generales se han presentado en torno a 4.150 candidatos de los que serán elegidos 650. La votación por el escaño de Thirsk and Malton, sin embargo, no se llevará a cabo hasta el 27 de mayo debido al fallecimiento de uno de los candidatos.


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