China reafirma con 15.000 millones su alianza política y económica con Pakistán

Pekín sostiene que las relaciones con India no van en detrimento de Islamabad
JOSE REINOSO - Pekín - 18/12/2010
El primer ministro chino, Wen Jiabao, aterrizó ayer en Pakistán, procedente de India, con un objetivo muy claro: reafirmar su alianza política y militar con Islamabad, elevar a un nuevo nivel los intercambios económicos y dejar muy claro a su viejo amigo que la mejora de las relaciones entre Pekín y Nueva Delhi no va en detrimento de Pakistán.

El primer ministro chino, Wen Jiabao, aterrizó ayer en Pakistán, procedente de India, con un objetivo muy claro: reafirmar su alianza política y militar con Islamabad, elevar a un nuevo nivel los intercambios económicos y dejar muy claro a su viejo amigo que la mejora de las relaciones entre Pekín y Nueva Delhi no va en detrimento de Pakistán.

Si Wen edulcoró su viaje a India con la firma de contratos por 12.000 millones de euros y la promesa de apoyo a la aspiración de Nueva Delhi de jugar "un mayor papel" en el Consejo de Seguridad de la ONU, el dirigente chino llega a Pakistán con proyectos aún más dulces. Se prevé que durante su visita de casi tres días de duración -el mismo tiempo que ha pasado en India- compañías de los dos países sellen proyectos cifrados en unos 15.000 millones de euros, en áreas como la energía, las infraestructuras, las finanzas, la sanidad y la educación.

"Tenemos relaciones sin precedentes con China. La nación entera está orgullosa de la amistad entre Pakistán y China", declaró el primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani, a la televisión estatal en la base de Chaklala, donde Wen fue recibido por el Gabinete en pleno y altos mandos del Ejército, informa France Presse.

Islamabad considera a Pekín su mayor aliado extranjero. No solo le proporciona importante asistencia militar y técnica, incluso en el sensible sector nuclear, sino que le sirve de refuerzo contra India, con la que Pakistán ha disputado tres guerras desde la independencia de Reino Unido en 1947. Considera que, ante cualquier conflicto, China se pondrá de su lado. En el país musulmán existe además la percepción, según algunos analistas, de que los intereses de EE UU en Pakistán -como la lucha contra Al Qaeda y la insurgencia talibán- no son a largo plazo, mientras que para Pekín se trata de un vecino muy útil: supone una puerta de salida al mundo musulmán, es una fuente de recursos naturales, actúa de zona tapón en una región conflictiva del mundo, contrapesa el ascenso indio y es una futura vía de acceso al mar de Arabia.

China ha construido un reactor nuclear de generación de electricidad de 300 megavatios en la provincia de Punjab, y un segundo de la misma capacidad está en proceso. Los dos países negocian otra central de un gigavatio. La cooperación atómica civil con Pekín sirve a Islamabad para compensar el programa de colaboración que tiene India con EE UU.

La diferente naturaleza de las relaciones de China con Pakistán e India queda de manifiesto en la estructura de sus intercambios económicos. Si el comercio bilateral de Pekín con Islamabad es ahora de 5.300 millones de euros -con el objetivo de que alcance 12.000 millones para 2015-, con Nueva Delhi es de 45.000 millones, con la intención de lleguar a 75.000 millones en el mismo plazo. En cambio, la inversión china en India -167 millones de euros en 2009- es siete veces menor que la realizada en Pakistán.

La seguridad en la región está también en la agenda de la visita. Pekín ve con preocupación la amenaza talibán y de Al Qaeda, dadas la vecindad de los dos países; la creciente presencia de trabajadores chinos en Pakistán y la posibilidad de conexión con el movimiento separatista musulmán en la región uigur china de Xinjiang.


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