China firma con India contratos por 12.000 millones

Pekín pretende compensar la creciente influencia de EE UU en Nueva Delhi
JOSE REINOSO - Pekín - 17/12/2010

Cuando Barack Obama, visitó India el mes pasado acompañado de una cohorte de 200 empresarios, los dos países firmaron contratos por valor de 7.500 millones de euros. El viaje que el primer ministro chino, Wen Jiabao, inició el miércoles a India ha ido aún más allá: le siguen más de 300 directivos y han sido rubricados contratos por 12.000 millones de euros.

Cuando el presidente estadounidense Barack Obama, visitó India el mes pasado acompañado de una cohorte de 200 empresarios, los dos países firmaron contratos por valor de 7.500 millones de euros. El viaje que el primer ministro chino, Wen Jiabao, inició el miércoles pasado a India ha ido aún más allá: le siguen más de 300 directivos y han sido rubricados contratos por 12.000 millones de euros, desde el sector de las finanzas a la energía.

Las contundentes cifras simbolizan el pujante ascenso chino en la escena internacional y su afán por estrechar lazos en la región, pero no logran ocultar las tensiones que siguen marcando las relaciones entre Pekín y Nueva Delhi. Casi 40 años después de que disputaran una breve, pero cruenta, guerra, siguen sin solventar sus diferencias sobre las fronteras en disputa. Además, India ve con suspicacia las ambiciones regionales chinas y sus estrechos contactos con Pakistán, y teme que intente bloquear su aspiración de ocupar un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Wen Jiabao ha viajado a Nueva Delhi con un mensaje conciliador y el objetivo de edificar una mayor confianza, además de incrementar las relaciones económicas. Los dos países se han comprometido en un comunicado conjunto a que los intercambios comerciales alcancen 75.000 millones de euros para 2015, frente a los 45.000 millones previstos para el ejercicio que finaliza en marzo de 2011. Una cifra abrumadora, porque en 2001-2002 el comercio bilateral era solo de 2.250 millones.

China es el mayor socio comercial de India, pero el flujo es claramente deficitario para Nueva Delhi. Los dos dirigentes acordaron trabajar para reducir la brecha, que se prevé que este año alcance 15.000 millones de euros. El producto interior bruto chino es cuatro veces el indio.

"Creo que con los esfuerzos conjuntos, a lo largo de la visita, seremos capaces de elevar nuestra amistad y cooperación a un nivel más alto en el nuevo siglo", dijo Wen ante el primer ministro indio, Manmohan Singh, informa Reuters. "Una fuerte asociación entre India y China contribuirá a la paz, la estabilidad, la prosperidad y el desarrollo duraderos en Asia y el mundo", respondió Singh. Wen insistió en que no son rivales y que hay sitio suficiente para que los dos países -que agrupan a más de un tercio de la población mundial- se desarrollen. Sin embargo, Nueva Delhi teme que Pekín pretenda frenar su ascenso como potencia global y ve con recelo la estrecha alianza china con Pakistán, país contra el que India ha disputado tres guerras desde la independencia y partición del imperio británico en 1947.

Nueva Delhi ha criticado la emisión de visados especiales por parte de las autoridades chinas a los residentes de la Cachemira india que visitan China. Percibe esto como un cuestionamiento de su soberanía sobre esa región reclamada por Pakistán. India rompió las conversaciones de paz con Islamabad tras el atentado de Bombay de 2008, en el que murieron 166 personas y que atribuye a militantes paquistaníes.

A su vez, a Pekín le enoja la presencia en territorio indio del líder budista tibetano Dalai Lama y su Gobierno en el exilio. El año pasado protestó por las visitas de Singh y del Dalai Lama al Estado nororiental de Arunachal, que China reclama casi en su totalidad. Arunachal Pradesh fue uno de los escenarios de la guerra fronteriza de 1962.

Wen Jiabao reiteró ayer su apoyo a las aspiraciones indias de jugar "un mayor papel" en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero se cuidó mucho de dar un respaldo total a su entrada como miembro permanente. Tampoco ha habido avances en el contencioso sobre las fronteras en la zona del Himalaya. La visita de Wen -la primera de un primer ministro chino en cinco años- es también un intento de compensar la influencia de Estados Unidos en India. Wen y Singh anunciaron ayer el establecimiento de una línea telefónica roja y acordaron incrementar las visitas de altos líderes.


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