Putin y Hollande abordan en París sus discrepancias sobre Siria

La crisis siria irrumpe en una cumbre convocada para tratar del conflicto en Ucrania

París 2 OCT 2015 - 10:36 CEST           
 
     

El presidente ruso, Vladímir Putin. / YURI KOCHETKOV (AFP)
 
Vladímir Putin dará este viernes en París a François Hollande las primeras explicaciones directas a un mandatario occidental sobre los bombardeos rusos en Siria en apoyo del dictador Bachar el Asad que han trastocado el equilibrio de fuerzas en este país. Los presidentes de Rusia y Francia, los dos últimos países en intervenir militarmente en Siria con una diferencia de tres días, han organizado la reunión para avanzar en los acuerdos de paz en Ucrania, pero el polvorín sirio estará sobre la mesa. A la cita acuden también la canciller Angela Merkel y el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko.
Convertido en protagonista e interlocutor indispensable en Oriente Próximo, Putin tiene previstas entrevistas bilaterales con Hollande y Merkel. El líder ruso llega a la capital francesa en pleno auge de las tensiones entre Moscú y Occidente. Francia, junto Estados Unidos, es uno de los países que observa con más suspicacias esos ataques aéreos rusos. Por los objetivos elegidos, no centrados en el Estado Islámico, y por su radical discrepancia sobre el destino de El Asad, a quien París excluye de cualquier solución al conflicto.
Tras los bombardeos rusos, Laurent Fabius, ministro francés de Exteriores, ha declarado que toda incorporación a una alianza militar en Siria será “bienvenida”, pero si va dirigida “contra Daesch (acrónimo del EI) y solo contra grupos terroristas”, algo que en este caso todavía “habrá que comprobar”.
El embajador ruso en Francia, Alexandre Orlov, ha sido explícito: “Hemos dicho abiertamente que hemos ido a Siria para aportar ayuda aérea a una organización regular del Ejército regular sirio que se bate contra el EI”. En declaraciones a la emisora France Info, Orlov ha señalado que la irrupción militar de Rusia en apoyo de su mejor aliado en Oriente Próximo es también una invitación a coordinar esfuerzos con otros países. “Estamos dispuestos a ir más lejos. Se puede llegar incluso a repartir objetivos”.
El paso dado por Putin, que incluye una acción combinada con Irak e Irán, no augura esa coordinación, sino mayores tensiones en la región. Frente a su férreo apoyo a El Asad, a quien también ha armado desde que se inició el conflicto hace más de cuatro años, Hollande acaba de insistir esta semana en Naciones Unidas que “no puede ser parte de la solución quien ha sido el origen del problema”.
París desea que, si se cumplen los acuerdos sobre Ucrania, Europa levante las sanciones contra Rusia
París sostiene que la solución debe pasar por una negociación con todas las partes, incluidos “miembros del régimen” sirio, pero que la salida de Bachar el Asad es una condición ineludible. Hollande se siente apoyado en esta estrategia. “No puede haber una solución política con Bachar. Me opongo. Y Obama se opone. Y otras potencias se oponen. Los rusos deben sacar las consecuencias”.
Menos tensiones habrá en los debates sobre Ucrania. Oficialmente, la reunión es para avanzar en los Acuerdos de Minsk, suscritos en febrero pasado, que incluyen el cese de hostilidades entre Kiev y los separatistas prorusos en las regiones de Donetsk y Lugansk. Salvo esporádicas escaramuzas, el alto el fuego pactado en septiembre se respeta. Los cuatro mandatarios reunidos en París, que protagonizan desde hace un año los intentos por encontrar una salida al conflicto, buscan ahora desatascar los problemas políticos para que esas regiones celebren unas elecciones y alcancen un grado de autonomía.
Kiev ha convocado elecciones locales en todo el país, pero Donetsk y Lugansk, controladas militarmente por los separatistas, han organizado las suyas para el 18 de octubre y el 1 de noviembre, respectivamente. Para que los prorusos se avengan a un pacto, Kiev está dispuesto que se retrase hasta fin de año un punto clave de los Acuerdos de Minsk, consistente en que sean tropas de Kiev las que controlen la frontera de esas regiones con Rusia.
Esos acuerdos, que incluyen también la retirada del frente de armas pesadas, deben cumplirse antes del 31 de diciembre. Si se logran, París ya ha expresado su deseo de que Europa levante las sanciones que impuso a Rusia a raíz de la anexión de Crimea.
Ahora, con el nuevo frente abierto en Siria, altos funcionarios de Washington y Bruselas ven un nexo entre ambos conflictos, según la agencia Reuters. Occidente cedería en sus exigencias sobre Ucrania a cambio de que Rusia acepte colaborar en Oriente Próximo. En el Elíseo, un alto cargo asesor de Hollande se declara “muy escéptico” ante esa hipótesis, pero tampoco la rechaza totalmente.

Entradas populares de este blog

ADIOS MADIBA