Revolución democrática en el Magreb

El Gobierno de Túnez aplaza a mañana su primera reunión para negociar con sindicatos y oposición
El primer ministro trata de pactar un nuevo gabinete ante el rechazo al reparto de carteras, que copan miembros del antiguo régimen.- La primera noche en calma permite reducir el toque de queda en dos horas
JUAN MIGUEL MUÑOZ | ENVIADO ESPECIAL 19/01/2011
El Gobierno de unidad nacional de Túnez, nombrado el lunes y que en apenas 24 horas después comenzó a tambalearse con la baja de cuatro ministros, ha aplazado a mañana su primera reunión, que estaba prevista para hoy mismo. Así lo ha comunicado el nuevo ministro de Desarrollo Rural, Nejib Chebbi, a la agencia Afp. Entre tanto, el primer ministro, Mohamed Ghanuchi, se reunirá con el sindicato Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT), que ayer anunció que no reconocía al nuevo Ejecutivo en respuesta a las protestas ciudadanas y cuyos tres ministros renunciaron a los puestos que habían aceptado 24 horas antes.

Según han explicado fuentes sindicales a Efe, Ghanuchi intentará pactar un nuevo gabinete con el secretario general de la UGTT, Abdelasalm Jrad, y con representantes de otras fuerzas de oposición. Los tres partidos de la oposición legal incluidos en el Ejecutivo que deberá pilotar la transición hasta la convocatoria de elecciones decidirán su continuidad tras los contactos con el primer ministro. Sin embargo, parece descartado es que los tres ministros de la UGTT, que renunciaron a sus carteras alegando la presencia de miembros de RCD, que conocían cuando las asumieron, vuelvan a entrar en el Gobierno. El cuarto ministro que dejó el Gobierno, dejándolo maltrecho, fue Mustafá Benjafaar, líder del opositor Forum Democratico del Trabajo y las Libertades.

"Deben marcharse los 40 ladrones"

La situación del Gobierno de unidad es débil por la radical oposición de la calle a la presencia de ministros del Reagrupamiento Constitucional Democrático (RCD), el partido del huido presidente Zine el Abidine Ben Ali. Copan 12 de los 20 ministerios y seis carteras del nuevo Gobierno están en manos de ministros que ya lo eran con Ben Ali, entre ellas las cruciales de Defensa, Ridhaz Grira; Interior, Ahmed Fria, y Exteriores, Kamel Morjane. Ayer, el primer ministro Ghanuchi y el presidente, Fuad Mebaza, intentaron aplacar el rechazo de la calle a los herederos del régimen abandonando el RCD y justificando su presencia en el Gobierno en que "tienen las manos limpias" y son "necesarios" para manejar la transición democrática. Los seis ministros del RCD en el Gabinete podrían optar por la misma solución, como les pidió ayer el partido opositor Ettajdid, pero no es posible saber si ese gesto servirá para calmar los ánimos y que el Gobierno eche a andar. "Alí Babá se ha ido, ahora deben marcharse los 40 ladrones", gritaban ayer los manifestantes en la capital.

El detonante de la marcha de estos ministros fue la permanencia del descontento de la calle, que ha forzado la caída de un régimen dictatorial y corrupto tras 23 años y no está dispuesta a que la conquista quede frustrada. Ayer, de nuevo una manifestación pidió la salida del Gobierno de los herederos del régimen de Ben Ali, y la policía tuvo que dispersarla con gases lacrimógenos. Lo cierto es que la presión de la calle en la capital del país cada vez es menor -la marcha de ayer apenas congregó a un millar de personas- y la noche ha sido tranquila en todo el país, la primera en tres semanas de revueltas. Es posible que el Gobierno, que dirige el equipo que debe gestionar el país hasta la celebración de unas elecciones legislativas anticipadas, en unos seis meses, y después presidenciales, pueda aguantar ante el descenso de la presión. Esta disminución de los disturbios ha llevado al Gobierno a aligerar las condiciones del toque de queda, que se reducirá en dos horas -desde las 20.00 hora española a las 5.00 -, según ha anunciado la televisión. Este toque de queda ha sido, en todo caso, mucho más estricto en la capital que en otras zonas del país.

En el centro de la ciudad se intentaba hoy recuperar la normalidad con varios cafés y comercios abiertos, al igual que sucedió el martes, antes de que se iniciasen decenas de protestas poco antes del mediodía, según ha constatado Efe. También la circulación de vehículos en las autopistas de acceso a la capital se ha incrementado con respecto a días pasados y los transportes públicos vuelven a funcionar con relativa normalidad. El Gobierno ha decidido además la gratuidad de los transportes como autobuses y tranvías con la intención de que los tunecinos sientan que existe la posibilidad de una vida normal tras el 14 de enero, día de la huida del país del ex presidente. Sin embargo, las protestas continúan en otros puntos del país. En Sidi Bouziz, localidad donde arrancaron las protestas, unas 300 personas se han manifestado esta mañana y sólo pedían una cosa: que se marchen el primer ministro y los seis ministros que ya estaban en el Gobierno con Ben Ali y que continúan en sus puestos. Están indignados y no les sirve que abandonen el partido del antiguo régimen. Y avisan de que no tendrán ninguna confianza en el Gobierno mientras estos políticos sigan en él.


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