Las protestas contra los recortes marcan el aniversario de la revolución en Portugal
Los capitanes del 25 de abril dan la espalda a la celebración oficial por la deriva política del país
Una manifestante durante una protesta del movimiento Que se lixe a troika contra las políticas europeas en Portugal en una imagen de archivo. / EFE
Los capitanes de abril, los militares que se levantaron hoy hace justo 39 años y derrocaron, sin muertos ni tiroteos, una dictadura que duraba más de 50 años en Portugal, se niegan, por segundo año consecutivo, a asistir a la celebración oficial de la conmemoración de la Revolución de los Claveles que discurre en el Parlamento portugués. Es su manera de protestar por la deriva política que sacude al país. Vasco Lourenço, presidente de la Asociación 25 de Abril, colectivo que agrupa a estos militares, aseguraba hace poco en una entrevista a la emisora de radio TSF que los motivos que llevaron a los viejos capitanes a rechazar la invitación el año pasado, esto es, la falta de soberanía del país —en alusión a la troika— y los recortes y sacrificios impuestos al pueblo portugués, “se han intensificado este año”. “Y la situación del país se agravó”, añadió Lourenço. Así, los capitanes dejarán vacíos los asientos en la tribuna de invitados que otras veces ocuparon llevando un clavel rojo en la solapa.
Esto no quiere decir que los militares no celebren el día en que Portugal conquistó en la calle la democracia. A las tres de la tarde hay organizada una manifestación, que se prevé masiva, organizada por esta asociación, a la que se van a sumar, entre otros colectivos, los miembros de Que se lixe a troika, el grupo civil y apartado de los partidos políticos más activo en Portugal en los próximos meses. Es más: en las últimas manifestaciones de protesta, Que se lixe a troika empleaba la canción-emblema de la Revolución de los Claveles, Grândola Vila Morena, como símbolo catalizador de las protestas.
Lourenço, en la entrevista citada, consideraba que el pueblo saldrá a la calle más que nunca porque “la gente ve en el 25 de Abril un acto de libertad por el que luchar por una vida más justa”.
Los capitanes de abril no serán los únicos que faltarán a la celebración. Tampoco acudirán, y también por segundo año consecutivo, el expresidente de la República y ex primer ministro Mário Soares, referente de la izquierda socialista, y el escritor y también histórico socialista portugués Manuel Alegre.
