LA BATALLA DE KANDAHAR


Comandos de operaciones especiales de EE UU preparan la batalla de Kandahar
La ofensiva en el sur será clave para la estrategia de Obama en Afganistán
NYT - Kandahar - 27/04/2010

Comandos de operaciones especiales del Ejército de Estados Unidos operan con creciente intensidad desde hace semanas en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, deteniendo o matando a líderes insurgentes para debilitar a los talibanes a la espera de una operación de mayor envergadura.

Comandos de operaciones especiales del Ejército de Estados Unidos operan con creciente intensidad desde hace semanas en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, deteniendo o matando a líderes insurgentes para debilitar a los talibanes a la espera de una operación de mayor envergadura.

La inminente batalla de Kandahar, hogar espiritual de los talibanes, se perfila así como la prueba crucial para la estrategia del presidente Barack Obama en Afganistán. Se comprobará también en qué medida podrá contar EE UU con el apoyo de los líderes políticos y militares afganos, y si un posible aumento de las bajas civiles como consecuencia de los fuertes combates pone en peligro la estrategia estadounidense, que depende de ganarse a la población afgana.

La de Kandahar seguirá a la ofensiva en la aldea de Marja, y forzará a EE UU y a sus aliados a embarcarse en una batalla mucho mayor y más complicada desde el punto de vista militar, político y cultural. Dos meses después del ataque a Marja, oficiales afganos reconocen que los talibanes han vuelto a cobrar impulso: matan o golpean a los lugareños aliados con el Gobierno central o con los norteamericanos.

"Estamos esperando a ver los resultados en Marja", asegura Shaida Abdali, viceconsejero de Seguridad Nacional. "Si se está planeando una operación en Kandahar, debe mostrarse algún éxito en Marja. Ahora no podemos señalar a Marja como un buen ejemplo".

La batalla de Kandahar se ha convertido en la ofensiva decisiva de los ocho años y medio de guerra. La cuestión es si la fuerza militar, edulcorada con llamamientos a la población, puede superar una cultura basada en la desconfianza hacia los foráneos, incluidas fuerzas extranjeras e incluso tribus vecinas.

En lugar del rápido golpe que abrió la ofensiva de Marja, se preve que la operación en Kandahar -una ciudad extendida en una amplia área- será una lenta pero creciente oleada de acciones militares. Por ello, las primeras andanadas de la ofensiva son ejecutadas en la sombra por comandos especiales. Comandantes estadounidenses y de los aliados afganos afirman que el objetivo es que la presencia norteamericana sea poco visible en la propia ciudad de Kandahar, y que el peso del esfuerzo lo lleven el Ejército afgano y unidades de la policía.

Loa ataques con bombas y contra contratistas extranjeros, líderes religiosos moderados y funcionarios afganos son vistos como un mensaje de los talibanes a los líderes tribales para que no cooperen con la ofensiva de Estados Unidos.


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