Es tiempo para los verdes


Julio César Pineda
El tema del ambiente se ha constitucionalizado y en todos los países buscan protegerlo
La reciente Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático celebrada en Cochabamba, Bolivia, ha sido un eslabón más en el combate contra el calentamiento global y en la defensa de la ecología. Después de Copenhague se esperan resultados positivos en la próxima Cumbre del Clima de México el próximo noviembre. Estamos en la era pos Kyoto para reducir los gases contaminantes en un 20%, más allá de lo acordado del 5.2% en el periodo 2008-2012 refiriéndolo al nivel de 1990, esto evitaría el aumento de la temperatura del planeta. De no hacerse nada el calentamiento global aumentaría entre 1.8 y 4 grados centígrados en las próximas décadas, el hielo en los polos se reduciría con la elevación en los niveles del mar y la posible inundación de islas y ciudades costeras, el 20% de las especies se extinguiría y desaparecerían selvas y bosques tropicales, la concentración de CO2 en la atmósfera dificultaría la vida, todo perjudicará el ciclo del agua y las catástrofes naturales como hemos constatado en los últimos meses en todo el planeta.

La contaminación cada vez es mayor con la puesta en marcha de sustancias tóxicas ya sean químicas, biológicas, visuales, sonoras u olfativas. Lo que antes era negligencia hoy se considera un delito y lo que parecía inevitable hoy puede prevenirse. El tema del ambiente se ha constitucionalizado y en todos los países leyes especiales buscan protegerlo. Hay una nueva categoría de delitos considerando el ambiente como un derecho humano; por eso ha sido interesante la propuesta de la creación de un Tribunal Penal Internacional en esta materia, como el Estatuto de Roma de 1988 y la creación de la Corte Penal Internacional con sede en La Haya para crímenes internacionales.


El calentamiento global y el deterioro del medio ambiente están en todas las agendas nacionales y en los foros internacionales. La ecopolítica es una realidad y una exigencia de los gobiernos y de la sociedad civil. Organismos nacionales, internacionales y especialmente movimientos políticos verdes estudian y analizan la relación del hombre con su ambiente. El tema ambiental se ha politizado porque es parte integrante de los programas y proyectos de todos los gobiernos y es un imperativo en todas las constituciones. Difícilmente encontramos una nación donde no haya la expresión de los movimientos verdes o partidos ecológicos. En las últimas elecciones para el Parlamento Europeo el avance de los partidos verdes fue determinante con la consigna esencial de luchar contra el calentamiento global y la contaminación.


En América Latina los movimientos ecológicos y partidos verdes tienen presencia activa con grandes caudales electorales en México, Argentina y Chile. Brasil frente a la polarización de dos modelos políticos tradicionales ha presentado una tercera alternativa ambiental con la candidata presidencial Marina Silva, ex ministra del ambiente del presidente Lula. En Colombia el partido verde dio el ejemplo de consultas primarias para elegir su candidato presidencial y sus parlamentarios. Hoy la posibilidad de tener el primer presidente ecológico de América Latina es posible con la ola verde que ha logrado levantar el ex alcalde de Bogotá, Antana Mockus.

El Movimiento Ecológico Venezolano (MOVEV) forma parte de la Global Verde Mundial y continental y estará presente en las próximas elecciones para el Congreso Nacional y el Parlamento Latinoamericano. En lo ideológico se busca demostrar la convergencia de la preocupación del liberalismo por la libertad y del socialismo por la justicia. Es la hora de la revolución verde, de la Revolución Ecológica, después de las revoluciones políticas en lo liberal la norteamericana y francesa, en lo social la rusa y la china. Tiempos de seleccionar lo mejor del capitalismo y del socialismo dentro de un modelo ambiental nuevo con un diferente uso de la energía donde se sustituya el petróleo, el gas y el carbón, se incrementen bosques y árboles para encontrar el tiempo y el espacio perdido con un nuevo clima en el planeta. Debe buscarse una nueva economía y una nueva forma de hacer la política donde todos puedan convivir en libertad y con igualdad.

El documental "Una verdad incómoda" de Al Gore, Premio Nobel de la Paz, fue una alerta universal ante el proceso de deterioro del ambiente, en estos tiempos los nuevos movimientos verdes y ecológicos pueden parecer una política incómoda pero necesaria, como respuesta ambiental en todos y cada uno de los países, de todos y cada uno de sus ciudadanos.

JCPINEDA01@GMAIL.COM
http://www.eluniversal.com/2010/04/29/opi_art_es-tiempo-para-los-v_1876908.shtml

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