tribunal chino ratifica la condena al artista Ai Weiwei por evasión fiscal
El artista y disidente dice que todo el sistema judicial chino "está envuelto en oscuridad”
Jose Reinoso Pekín 20 JUL 2012 - 13:52 CET28
El artista chino Ai Weiwei posa este viernes fuera de su casa en Pekín. / Ed Jones (AFP)
Un tribunal de Pekín ha rechazado hoy la apelación del artista y disidente chino Ai Weiwei contra la orden de las autoridades fiscales de que pague 15 millones de yuanes (1,9 millones de euros al cambio actual) en concepto de impuestos evadidos, retrasos y multa por parte de la compañía Beijing Fake Cultural Development, con la que realiza sus proyectos artísticos pero que es propiedad de su esposa. Ai acudió al tribunal tras haber sido rechazada previamente su apelación por la oficina municipal de impuestos. El artista y sus seguidores aseguran que el caso ha sido montado para castigarlo e intentar silenciarlo por sus continuas críticas al Gobierno y su defensa de la democracia.
Ai, de 54 años, uno de los artistas más renombrados de China, no ha sido autorizado a entrar en el tribunal para escuchar el dictamen, aunque sí han estado presentes su esposa, Lu Qing, y sus abogados. “El veredicto de hoy muestra que, 60 años después de la fundación de nuestro país, aún no hay procedimientos legales básicos, no hay respeto por la verdad y no se da a los contribuyentes y a los ciudadanos el derecho a defenderse. Todo el sistema judicial está envuelto en oscuridad”, ha afirmado el artista tras conocer la decisión judicial, informa Reuters. Ai asegura que las acusaciones contra él no tienen ningún fundamento, los cálculos están basados en una ausencia de hechos y las autoridades han violado los procedimientos legales.
Su abogado Pu Zhiqiang ha afirmado que el tribunal ha desechado la petición de los representantes legales para ver las evidencias existentes contra la compañía, presentar testigos y contar con un auditor independiente que compruebe las cifras en juicio. El artista piensa demandar al tribunal por actuar incorrectamente y va a apelar su decisión a una instancia superior.
Ai fue detenido el 3 de abril del año pasado, en medio de la ola de arrestos lanzada por el Gobierno contra activistas y disidentes por miedo al contagio de las revoluciones árabes. Estuvo en paradero desconocido en manos de la policía 81 días, tras lo cual fue liberado con condiciones. Se le prohibió salir de Pekín durante un año. El 1 de noviembre recibió orden de pagar 15 millones de yuanes por una supuesta evasión de impuestos.
La multa fiscal generó un movimiento de apoyo al artista que no esperaban las autoridades. Alrededor de 30.0000 simpatizantes enviaron donaciones para ayudarle a pagar la garantía de 8,45 millones de yuanes (1,08 millones de euros) que le fue impuesta para poder pedir la revisión del caso. Sumaron un total de 8,7 millones de yuanes (1,12 millones de euros). Las contribuciones llegaron por transferencias bancarias, giros postales e incluso como billetes plegados en forma de aviones o envueltos en fruta, arrojados por encima del muro de su jardín. Ai ha dicho que considera todo el dinero recibido un préstamo y lo devolverá puntualmente.
El artista no pudo asistir el mes pasado a una audiencia de su caso, debido a las restricciones de movimientos a las que fue sometido durante el año de libertad condicional. Este periodo expiró el pasado 22 de junio, pero le ha sido comunicado que no puede salir de China y continúa sometido a estrecha vigilancia policial. Ai no ha dejado de criticar al Gobierno en Twitter, donde, a pesar de que está bloqueado en China, tiene 155.400 seguidores. Escribe prácticamente siempre en chino.
El rechazo de la apelación de Ai Weiwei era esperado, especialmente en el clima de represión contra activistas y disidentes que vive China de cara al congreso del Partido Comunista Chino el próximo otoño, en el que se producirá la transferencia de poder a una nueva generación de dirigentes, encabezados por el actual vicepresidente, Xi Jinping, quien sucederá, casi con toda seguridad, a Hu Jintao como secretario general del partido al finalizar el cónclave, y como presidente del país en marzo del año que viene.
