Corea del Norte releva al jefe del Ejército y consejero cercano de Kim Jong-un

Ri Yong-ho ha abandonado todos sus cargos por enfermedad, según el comunicado oficial Los analistas en Corea del Sur reciben con escepticismo la explicación de Pyongyang Agencias Seúl 16 JUL 2012 - 08:19 CET El destituido jefe militar Ri Yong-ho junto a Kim Jong-Un en un acto en febrero, en una foto de Kyodo. / reuters
El hermético régimen norcoreano ha anunciado hoy a través de la agencia KCNA el relevo de "todos sus cargos" de Ri Yong-ho, jefe del Estado Mayor del Ejército Popular de Corea del Norte y uno de los principales dirigentes del país. La causa oficial, de la destitución de Ri, considerado como uno de los consejeros más cercanos del joven líder Kim Jong-un, es "por enfermedad", una razón que no convence a los analistas en la vecina Corea del Sur, que buscan ahora signos de la dirección a la que el hijo de Kim Jong-il pretende llevar al país. Ri, de 70 años, ocupaba también los cargos de miembro del Presidium del Buró Político y de la Comisión Central del Partido de los Trabajadores, y era vicepresidente de la comisión militar del partido único norcoreano. La decisión de relevarle se tomó durante una reunión del Buró político del Comité Central del Partido de los Trabajadores celebrada ayer en Pyongyang, según el escueto comunicado emitido por la agencia KCNA, que no menciona quién es el sucesor de Ri. La causa oficial, enfermedad, ha sido recibida con escepticismo. Un portavoz del Ministerio de la Unificación surcoreano citado por la BBC ha calificado el movimiento de "muy inusual". "Es un caso bastante raro que el Norte anunciara rápida y públicamente esta mañana el resultado de una reunión de ayer, 15 de julio. Seguiremos observando muy de cerca", ha declarado Kim Hyung-suk. Tras la destitución de Ri, los analistas buscan signos de la dirección en la que Kim, considerado joven e inexperto, pretende conducir el país. Yang Moo-Jin, profesor en la universidad de estudios norcoreanos en Seúl, recuerda que Pyongyang rara vez cesa a sus dirigentes por razones de salud, incluso si son muy ancianos. "Puede haber caído en desgracia con Kim Jong-un, o haber perdido una lucha de poder con otros altos cargos militares", conjetura. Control del estamento militar Para Paik Hak-Soon, del Instituto Sejong, el joven dirigente busca reforzar el control del partido comunista sobre el Ejército, que a sus ojos ha conquistado demasiado poder por la política del Songun ("el Ejército primero") llevada a cabo por su padre. "Jong-un va a asegurarse de que a partir de ahora, el partido mantiene el control sobre un Ejército que ha crecido demasiado". "Ri es una figura de la generación de su padre. Jong-un le va a reemplazar sin duda por alguien más joven y más próximo al partido, alguien a quien pueda controlar más fácilmente", opina. El Ejército norcoreano es el cuarto con más miembros del mundo, con más de un millón de soldados en activo en un país de menos de 25 millones de habitantes. Es, junto con el Partido de los Trabajadores, la principal institución que ha mantenido en el poder a la dinastía Kim, afirma Robert Kelly, profesor en la Universidad Nacional de Pusan (Corea del Sur). El experto explica a la BBC que Kim Jong-un no sirvió en ninguna de estas dos instituciones, que son "tradicionales campos de prueba para el liderazgo en el sistema", por lo que "su posición es muy vulnerable porque no conoce a los generales y coroneles que apuntalan el Estado". Papel en la transición Habitual en los discursos públicos del régimen, Ri, de 70 años, jugó un papel muy importante en la transición al poder de Kim Jong-un tras el repentino fallecimiento, en diciembre de 2011, de su padre y anterior líder del país, Kim Jong-il, según analistas surcoreanos. Fue nombrado jefe del Ejército hace tres años, y aparecía con frecuencia en actos oficiales junto con el padre del actual dirigente norcoreano. De hecho, fue uno de los siete altos oficiales que acompañaron a Kim Jong-un detrás del coche fúnebre de su padre durante el funeral de Estado. También se le ha visto en los últimos meses a Kim Jong-un en las visitas a distintas bases militares. Hace solo unos días, estuvo presente en el homenaje al abuelo del dirigente, Kim Il-sung, en el aniversario de su muerte. Desde su llegada al poder, los expertos tratan de averiguar si Kim Jong-un continuará la línea secretista de su abuelo y su padre, o se encaminará a la apertura de uno de los países más aislados del mundo. Por ahora, los signos son contradictorios, algo que preocupa en Seúl, Pekín y Washington, ya que Corea del Norte tiene armas nucleares, químicas y miles de misiles. Pyongyang ha empleado desde enero un tono virulento contra su vecino del sur. Después de llegar en febrero a un acuerdo con Estados Unidos sobre ayuda alimentaria a cambio de suspender su programa nuclear, Corea del Norte sembró consternación en abril al lanzar un cohete, que la comunidad internacional consideró un ensayo encubierto de un misil. Sin embargo, Pyongyang reconoció inmediatamente que el lanzamiento había fracasado, y no ha efectuado una tercera prueba nuclear esperada por los analistas.

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