La policía de Yemen dispara de nuevo contra manifestantes
AGENCIAS - Saná - 10/05/2011
La policía de Yemen, apoyada por unidades del Ejército, mató ayer a tiros a dos manifestantes y a un quiosquero en la ciudad de Taíz, al sur del país, durante una protesta frente a la sede del Ministerio de Educación regional. También hubo 80 heridos, cinco de ellos de bala.
Un médico que atendió a varios heridos explicó que las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra la multitud y mataron a tres personas, una de ellas el propietario de un quiosco, por una bala perdida. El régimen empleó también vehículos blindados para disolver la concentración.
La manifestación había comenzado el domingo, cuando miles de profesores participaban en una sentada frente al edificio gubernamental para exigir una subida salarial y que se pospusieran los exámenes finales. Pero por la noche se les sumaron cientos de manifestantes antigubernamentales que pedían la dimisión de Alí Abdulá Saleh, el presidente de Yemen. La policía reprimió con dureza esta protesta y mató a dos manifestantes, por lo que los disturbios continuaron ayer por la mañana y la policía siguió disparando contra los civiles y mató a tres.
"Un gran despliegue de policía y Ejército atacó a los manifestantes y los persiguió hasta las zonas residenciales. Dispararon y usaron gases lacrimógenos", dijo desde Taíz a Reuters Bushra al Maqtari, un activista político.
Acuerdo en suspenso
La tensión social en Yemen, el país más pobre de la zona, está lejos de apaciguarse. Desde que hace tres meses se contagiara de la ola democratizadora en el mundo árabe, han muerto unas 150 personas por disparos de la policía y el Ejército en manifestaciones.
Aunque hace dos semanas el presidente Saleh aceptó un acuerdo de paz promovido por el Consejo de Cooperación del Golfo, en virtud del cual se comprometía a convocar elecciones en 60 días, todavía no lo ha firmado. Mientras la situación parece congelada hasta que Saleh se decida a firmar el acuerdo, en la calle continúa la protesta. En la ciudad portuaria de Hudaida, en el mar Rojo, las fuerzas de seguridad reprimieron ayer otra protesta e hirieron de bala a seis estudiantes.
La oposición y el partido del presidente también respaldan el plan, que está pendiente de firma porque Saleh quiere suscribirlo como líder del partido gobernante y no como presidente del país. Si al final firma, tanto él como sus colaboradores recibirán inmunidad a cambio.
© EDICIONES EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200
La policía de Yemen, apoyada por unidades del Ejército, mató ayer a tiros a dos manifestantes y a un quiosquero en la ciudad de Taíz, al sur del país, durante una protesta frente a la sede del Ministerio de Educación regional. También hubo 80 heridos, cinco de ellos de bala.
Un médico que atendió a varios heridos explicó que las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra la multitud y mataron a tres personas, una de ellas el propietario de un quiosco, por una bala perdida. El régimen empleó también vehículos blindados para disolver la concentración.
La manifestación había comenzado el domingo, cuando miles de profesores participaban en una sentada frente al edificio gubernamental para exigir una subida salarial y que se pospusieran los exámenes finales. Pero por la noche se les sumaron cientos de manifestantes antigubernamentales que pedían la dimisión de Alí Abdulá Saleh, el presidente de Yemen. La policía reprimió con dureza esta protesta y mató a dos manifestantes, por lo que los disturbios continuaron ayer por la mañana y la policía siguió disparando contra los civiles y mató a tres.
"Un gran despliegue de policía y Ejército atacó a los manifestantes y los persiguió hasta las zonas residenciales. Dispararon y usaron gases lacrimógenos", dijo desde Taíz a Reuters Bushra al Maqtari, un activista político.
Acuerdo en suspenso
La tensión social en Yemen, el país más pobre de la zona, está lejos de apaciguarse. Desde que hace tres meses se contagiara de la ola democratizadora en el mundo árabe, han muerto unas 150 personas por disparos de la policía y el Ejército en manifestaciones.
Aunque hace dos semanas el presidente Saleh aceptó un acuerdo de paz promovido por el Consejo de Cooperación del Golfo, en virtud del cual se comprometía a convocar elecciones en 60 días, todavía no lo ha firmado. Mientras la situación parece congelada hasta que Saleh se decida a firmar el acuerdo, en la calle continúa la protesta. En la ciudad portuaria de Hudaida, en el mar Rojo, las fuerzas de seguridad reprimieron ayer otra protesta e hirieron de bala a seis estudiantes.
La oposición y el partido del presidente también respaldan el plan, que está pendiente de firma porque Saleh quiere suscribirlo como líder del partido gobernante y no como presidente del país. Si al final firma, tanto él como sus colaboradores recibirán inmunidad a cambio.
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