Francia se felicita por salir "con la cabeza alta"
ANTONIO JIMÉNEZ BARCA - París - 30/09/2010
Francia respiró aliviada al conocer el dictamen de la Comisión Europea. Y se apresuró a mostrarlo. El ministro de Inmigración, Éric Besson, uno de los impulsores del desmantelamiento de campamentos de gitanos rumanos este verano, hizo pública su satisfacción en un lugar especial y simbólico: en la Asamblea Nacional, donde estas semanas se discute, precisamente, un proyecto de ley, elaborado por Besson, que endurece las condiciones de acogimiento de inmigrantes en Francia. El ministro de Inmigración aseguró que "Francia sale con la cabeza alta" de la controversia, ya que Europa no ha visto discriminación hacia los gitanos rumanos. "Eso es lo principal, y que no hayan visto discriminación es bueno para cualquier republicano. Piden explicaciones, información, y se las vamos a dar. Como siempre que las han pedido", agregó.
A su vez, el Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado en el que también "se felicita" porque la Comisión Europea haya tenido en cuenta las pruebas aportadas por Francia encaminadas "a demostrar que las medidas que se han tomado no tenían como objetivo estigmatizar o centrarse en una minoría específica".
El comunicado añade que París se compromete a enviar la documentación complementaria reclamada por la Comisión relativa a la aplicación del derecho comunitario sobre la libre circulación de los ciudadanos europeos, en especial en lo que se refiere a las medidas de desmantelamiento de campos de gitanos rumanos durante el mes de agosto y la deportación de sus ocupantes.
El comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores añade: "Si bien es legítimo que la Comisión interrogue a tal o cual Estado miembro sobre la aplicación del derecho comunitario, la cuestión esencial es la de una mejor integración de los gitanos en los países miembros de los que son originarios. Es hora de que Europa se movilice, como lo ha hecho Francia, para impulsar programas bilaterales con Rumania".
© EDICIONES EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200
Francia respiró aliviada al conocer el dictamen de la Comisión Europea. Y se apresuró a mostrarlo. El ministro de Inmigración, Éric Besson, uno de los impulsores del desmantelamiento de campamentos de gitanos rumanos este verano, hizo pública su satisfacción en un lugar especial y simbólico: en la Asamblea Nacional, donde estas semanas se discute, precisamente, un proyecto de ley, elaborado por Besson, que endurece las condiciones de acogimiento de inmigrantes en Francia. El ministro de Inmigración aseguró que "Francia sale con la cabeza alta" de la controversia, ya que Europa no ha visto discriminación hacia los gitanos rumanos. "Eso es lo principal, y que no hayan visto discriminación es bueno para cualquier republicano. Piden explicaciones, información, y se las vamos a dar. Como siempre que las han pedido", agregó.
A su vez, el Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado en el que también "se felicita" porque la Comisión Europea haya tenido en cuenta las pruebas aportadas por Francia encaminadas "a demostrar que las medidas que se han tomado no tenían como objetivo estigmatizar o centrarse en una minoría específica".
El comunicado añade que París se compromete a enviar la documentación complementaria reclamada por la Comisión relativa a la aplicación del derecho comunitario sobre la libre circulación de los ciudadanos europeos, en especial en lo que se refiere a las medidas de desmantelamiento de campos de gitanos rumanos durante el mes de agosto y la deportación de sus ocupantes.
El comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores añade: "Si bien es legítimo que la Comisión interrogue a tal o cual Estado miembro sobre la aplicación del derecho comunitario, la cuestión esencial es la de una mejor integración de los gitanos en los países miembros de los que son originarios. Es hora de que Europa se movilice, como lo ha hecho Francia, para impulsar programas bilaterales con Rumania".
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