Estado Socialista

Se denomina Estado socialista a aquel que se proclama perteneciente al socialismo, como sistema económico y social, incluyendo la propiedad estatal o cooperativa de los medios de producción y del suelo, si bien existieron grandes diferencias de concepto entre estados caracterizados por sí mismos como socialistas, los cuales, por razones geopolíticas (o en el caso de la Unión Soviética de luchas por el poder), terminaron por adoptar en su gran mayoría el sistema conocido como socialismo en un solo país, según las ideas y prácticas políticas defendidas por Stalin y otros seguidores. Se suele hablar de estados nominalmente socialistas en referencia a las llamadas democracias populares que tienen al marxismo-leninismo o alguna de sus interpretaciones como ideología oficial, y nunca de países capitalistas gobernados por partidos socialdemócratas, aunque éstos en muchos casos se autodenominen socialistas.

Fueron asimismo calificados con el nombre de socialismo real o socialismo realmente existente con el fin de diferenciarlos de las construcciones teóricas y —en cierta forma— justificar las diferencias con éstas y con partidos o grupos que pudieran considerarse socialistas pero opuestos a este tipo de regímenes. Otras denominaciones que también se han empleado para referirse a ellos a tal fin —en especial en círculos trotskistas, comunistas y libertarios— son las de Estado obrero con deformaciones burocráticas y, en términos más estrictamente económicos, capitalismo de Estado. Tampoco es raro verlos englobados dentro conceptos como el de estalinismo o maoísmo.

A veces también se emplea el nombre Estado comunista, usado por la prensa capitalista durante la Guerra Fría en referencia al sistema de partido único y el gobierno del Partido Comunista. Esta denominación es en realidad un oxímoron, puesto que la teoría marxista plantea al socialismo como fase siguiente al capitalismo y previa al comunismo, en que el Estado dejaría de existir.[1] Casi todos estos estados destacaron su carácter socialista en su nombre oficial y cuatro de los cinco que hoy existen lo siguen haciendo. Así es que muchos de estos estados contienen los adjetivos popular, socialista y democrático en su denominación. Existen también estados que contienen estos términos en su nombre aunque no hayan adoptado ese sistema, como la República Democrática Socialista de Sri Lanka o la República Democrática Popular de Argelia.

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