Declaración del Foro Alternativo del Agua

Después del Forum Mundial Alternativo de Ciudad de México 2006 –hito fundamental
del proceso global del movimiento por el derecho al agua–, nos hemos dado cita en Estambul movilizados contra el 5to Foro Mundial del Agua. Estamos aquí para deslegitimar el falso y empresarial Foro Mundial del Agua y para dar voz a las propuestas y a la agenda positiva del movimiento global en defensa del agua.

Dado que estamos en Turquía, no podemos dejar de mencionar que este país muestra
un claro ejemplo del impacto devastador de las políticas destructivas de manejo del agua desde todo punto de vista. El gobierno turco ha promovido la privatización de todos los servicios de agua, así como de sus cuencas y fuentes; además, ha planificado diseminar represas en todos los ríos del país. Ilisu, Yusufeli, Munzur y Yortanl son nombres que evocan cuatro proyectos específicos de represas destructivas y peligrosas. Por diez años, la población afectada por estos proyectos se ha opuesto con fuerza, particularmente a la represa de Ilisu que es parte de un
proyecto más amplio que incluye riego y producción de energía hidroeléctrica, conocido como GAP (Proyectos del Sureste de Anatolia). La represa Ilisu, uno de los proyectos más criticados del mundo, presenta aspectos particularmente complejos y problemáticos por las fuertes implicaciones geopolíticas en el área del Medio Oriente.

La represa está ubicada en la región kurda, que se encuentra bajo ocupación, un área en la que son contínuas las violaciones de los derechos humanos por causa del irresuelto problema kurdo. El gobierno turco está usando el GAP para empeorar las condiciones de vida del pueblo kurdo y aniquilar su cultura y sus derechos políticos.

Nuestro movimiento está aquí para ofrecer soluciones a la crisis del agua y para demandar a la Asamblea General de las Naciones Unidas que organice el próximo foro global del agua. La participación de importantes funcionarios y representantes de las Naciones Unidas en nuestra reunión muestra claramente, a través de sus palabras, que algo ha cambiado. Hay una transformación simbólica y tangible de la legitimidad: del foro oficial -organizado por intereses privados y el Consejo Mundial del Agua- al Forum Social Mundial del Agua, organizado por la sociedad civil del mundo que incluye agricultores, indígenas, activistas, movimientos sociales, sindicatos, organizaciones no gubernamentales y redes que luchan alrededor del mundo en
defensa del agua, el territorio y por los bienes comunes de la humanidad.

Apelamos, entonces, a las Naciones Unidas y a sus Estados miembros a que acepten su obligación y responsabilidad –como únicos legítimos participantes en forums multilateriales– de comprometerse formalmente a dar vida a un Forum del Agua ligado a las obligaciones de los estados y responsable frente a la comunidad internacional.

Llamamos a todas las organizaciones y gobiernos que participan en el 5to Foro Mundial del Agua a comprometerse a que éste sea el último foro controlado y guiado por las multinacionales. El mundo necesita y exige un foro del agua legítimo, responsable, transparente y democrático, organizado bajo la égida de las Naciones Unidas, con el soporte de sus países miembros.

Confirmamos una vez más la ilegitimidad del Foro Mundial del Agua; denunciamos la declaración ministerial porque no reconoce al agua como un derecho humano universal, ni la excluye de los acuerdos comerciales. Además, el borrador de la resolución ignora el fracaso de la privatización para garantizar el acceso al agua a todos y todas y no considera las recomendaciones positivas de la Resolución Parlamentaria Europea, aunque ésta sea insuficiente y ambigua. Finalmente, este
documento promueve el uso del agua para producir energía a través de represas hidroeléctricas y el incremento de la producción de agrocombustibles, procesos que conducirán solo a mayores inequidades e injusticias.

Reafirmamos con fuerza todos los principios y compromisos expresados en la declaración de la Ciudad de México 2006 y, en particular, insistimos que el agua es un elemento fundamental para toda forma de vida en el planeta, es un derecho humano universal inalienable. Insistimos sobre la necesidad de garantizar la solidaridad entre las generaciones presentes y futuras. Rechazamos todas las formas de privatización y declaramos que el manejo y control del agua debe ser público, social, cooperativo, participativo, equitativo y quedar fuera de toda lógica de negocio. Pedimos un gobierno y una gestión democrática y sustentable de los ecosistemas, preservando la integridad del ciclo del agua a través de la protección, el gobierno democrático y el manejo adecuado de las cuencas, de las reservas de agua y el ambiente.

Nos oponemos al modelo económico y financiero dominante que no solo impone la privatización, sino también la comercialización, empresarialización y corporatización de los servicios de agua y saneamiento. Cuestionaremos todas las reformas destructivas y no participativas del sector público, que se inspiran en estas lógicas y en estos modelos; tenemos presente –por ejemplo– los efectos de exclusión sobre los sectores más pobres de la sociedad de las políticas de “recuperación total de costos” (recarga de todos los costos sobre la tarifa), o las limitaciones del acceso al servicio a través del uso de tarjetas o medidores prepagados.

Desde 2006, en México, el movimiento global en defensa del agua ha combatido a las multinacionales y este modelo de control de la gestión del agua basado en el lucro.

Señalamos algunos de nuestros logros en el curso de estos años: remunicipalizar empresas municipales que habían sido privatizadas, promover e implementar asocios público–público (entre empresas públicas); la disminución del consumo de agua en botella y la consecuente disminución de ganancias de la industria del embotellamiento de agua; la realización de eventos colectivos y de actividades globales simultáneas como “Octubre Azul” y la “Semana de Acción Global”. Celebramos como nuestros logros particularmente el reconocimiento del derecho humano al agua en varias constituciones y leyes nacionales.

Al mismo tiempo debemos afrontar y considerar la enorme crisis económica y ecológica que atraviesa el planeta. ¡No pagaremos su crisis! No queremos salvar este modelo enfermo, fracasado e insostenible que ha transformado una gigantesca e irresponsable deuda privada en una enorme deuda pública, que ha transformado el agua y los bienes comunes en mercancías, que ha transformado toda la naturaleza en una reserva de materia prima y en un gigantesco basurero a cielo abierto para nuestro envenenamiento.

La interdependencia fundamental entre el agua y el cambio climático es reconocida por la comunidad científica internacional y está destacada y denunciada en las conclusiones del Panel Intercontinental del Cambio Climático. Por esto, en lo atinente al tema de la energía, no podemos aceptar respuestas al caos climático que reproduzcan la lógica que originó la misma crisis. Ésta lógica pone en riesgo la cantidad y calidad del agua y la vida, y hoy reaparece con una nueva cara en los proyectos de las grandes represas, en plantas nucleares y en los agrocombustibles.

En diciembre de 2009 llevaremos nuestras preocupaciones y propuestas a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Copenhague.

Además, el modelo dominante de agricultura intensiva industrial, que utiliza principalmente energía fósil, contamina y destruye los recursos hídricos, empobrece los suelos agrícolas y devasta la soberanía alimentaria de los pueblos. Esto tiene un norme impacto en la vida y la salud pública. A partir de la fecunda experiencia del Foro Social Mundial en Belem nos comprometemos a fortalecer la alianza estratégica entre los movimientos del agua, de la soberanía alimentaria, por la alimentación y la defensa del clima.

También nos comprometemos a seguir construyendo redes y nuevas alianzas sociales, e involucrar a autoridades locales y parlamentarios que estén decididos a defender el agua como bien común y a reafirmar el derecho al agua de todos los seres humanos y la naturaleza.

También nos dirigimos a todas las empresas públicas de agua exortándoles a relacionarse y colaborar entre ellas a través de la constitución de asociaciones y redes nacionales y regionales.

Celebando los éxitos y resultados alcanzados por el movimiento en el curso de estos años, y reafirmando nuestros compromisos comunes, miramos con alegría e impaciencia nuestro futuro trabajo colectivo y el fortalecimiento de nuestra colaboración en todos los países y en todos los continentes.

Foro del Agua de los Pueblos
Estanbul, 19 marzo 2009

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