REFUGIADOS
Los líderes de la UE debaten hoy reformar la política migratoria
Se trata de la segunda cumbre monográfica dedicada a las migraciones en lo que va de año
Lucía Abellán Bruselas 23 SEP 2015 - 11:40 CEST
Refugiados caminan hacia la frontera con Croacia en Sid (Serbia), este martes. / ZOLTAN BALOGH (EFE)
Los líderes de la UE intentan este miércoles dar una mayor dimensión europea a las políticas migratorias y de asilo. Pocas horas después de que sus ministros del Interior cerraran el acuerdo para reubicar a 120.000 migrantes por el bloque comunitario, los jefes de Estado y de Gobierno se reúnen en Bruselas para discutir más ampliamente cómo hacer frente a la crisis de refugiados, la más grave que vive la UE desde la Segunda Guerra Mundial. Con la propuesta más espinosa —la de las cuotas de asilados— ya resuelta, los gobernantes podrán abordar asuntos como la política migratoria de la UE, el control de fronteras o la ayuda a los países vecinos de Siria, que acogen a más de cuatro millones de personas que huyen de la guerra iniciada hace más de cuatro años.
En esta cita, la segunda cumbre monográfica dedicada a las migraciones en lo que va de año, los líderes tendrán sobre la mesa una mejora de las partidas destinadas a esos países fronterizos con Siria (principalmente Turquía, Jordania y Líbano) para hacer frente a la atención de refugiados. Ya la semana pasada la Comisión Europea aprobó una partida de 1.000 millones del presupuesto comunitario para ayudar a Turquía. Ese país es ahora origen de una buena parte de los refugiados sirios que llegan a Europa.
La reunión servirá también para comprobar hasta qué punto la polémica decisión de repartir refugiados (sobre el papel sin cuotas, pero en la práctica con contingentes casi idénticos a los que había propuesto la Comisión) ha soliviantado a los detractores. Se da por descontado que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, mostrará su rechazo al plan y presentará lo que considera una solución: mejor control de las fronteras exteriores de la UE. Más allá de este esquema coyuntural de distribución, también estará sobre la mesa el mecanismo permanente que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentó a los Estados hace tres semanas. Se trata de que la reubicación de migrantes sea automática cuando en el futuro se desencadene una crisis de este tipo. Los países del Este —y otros como Finlandia— se oponen a un modelo que supone compartir el peso de las llegadas a Europa para que ningún país asuma esa responsabilidad en solitario.
