CHINA
China exhibe poderío militar mientras reduce su tropa en 300.000 soldados
Xi desvela el plan en los festejos del 70º aniversario del fin de la II Guerra Mundial en Pekín
China completó este jueves el mayor desfile militar de su historia con una exhibición de fuerza. Bajo la mirada del presidente chino, Xi Jinping, en lo alto de la puerta de Tiananamen -el corazón sentimental y político de China y de su capital, Pekín- el Ejército Popular de Liberación (EPL) mostró con ocasión del 70 aniversario del fin de la II Guerra Mundial un ingente arsenal de armamento moderno, desde misiles intercontinentales hasta aviones espía y una nueva unidad antiterrorista. Pero al mismo tiempo, el Gobierno chino aprovechó para anunciar una reestructuración que incluirá la reducción de sus Fuerzas Armadas en 300.000 hombres de los 2,3 millones actuales. “Los chinos amamos la paz”, aseguró el líder del país, Xi Jinping.
“Camaradas, os saludo! Habéis hecho un buen trabajo”, dijo Xi al pasar revista a las tropas. El presidente chino había elegido para la ocasión un sencillo traje Mao gris, y examinó a los soldados desde el automóvil marca estrella nacional, Hongqi o Bandera Roja.
En el desfile se mostró armamento chino nunca visto hasta entonces -un 84% del total del arsenal exhibido, según la agencia Xinhua- , entre ellos misiles de medio alcance Dongfeng 21D, con capacidad para alcanzar navíos enemigos en movimiento, o intercontinentales Dongfeng 5B y Dongfeng 26, que pueden alcanzar la isla estadounidense de Guam.
El EPL también mostró otros equipos, como misiles balísticos, cazas o aviones espías, todos ellos de fabricación china, en una muestra de poderío en un momento especialmente bienvenido, en el que el Gobierno chino da por primera vez muestras de vulnerabilidad desde la llegada al poder de Xi entre noviembre de 2012 y marzo de 2012. La caída de las Bolsas, las dudas sobre la marcha de la economía y la gestión de las explosiones de Tianjin en agosto, en las que murieron más de 150 personas, han sacado a la luz una imagen de incompetencia de la que no se había acusado al Ejecutivo.
Junto a Xi, una treintena de líderes mundiales respaldaban la imagen que el presidente chino trataba de comunicar. Entre ellos se encontraban el presidente ruso, Vladímir Putin, la jefa de Estado surcoreana, Park Geun-hye, o el mandatario sudanés, Omar Bachir, requerido por supuestos crímenes contra la humanidad en un tribunal de la ONU.
El nuevo armamento subraya el énfasis del estamento militar chino en modernizar su Marina de aguas profundas y su fuerza aérea, como parte de una puesta a punto a medio plazo que tiene como principal perjudicado a las tropas de tierra. Esta actitud, ya puesta de manifiesto en los últimos Libros Blancos del ejército chino, quedó confirmada en la alocución de Xi a los presentes en la plaza.
En ella anunció la reducción en un 13%, o 300.000 personas, los soldados del Ejército Popular de Liberación, que actualmente suman 2,3 millones de militares. La idea es poner más el énfasis en las fuerzas de Marina y aérea, en lugar de sustentar unas costosas y anticuadas fuerzas de tierra.
“Señoras, señores, camaradas y amigos… China nunca buscará expandirse y nunca infligirá a otros las tragedias que ella misma ha padecido a manos de terceros”, afirmó, al anunciar la reducción, que se suma a las que China ya lleva efectuando desde los años ochenta en el Ejército de Tierra y que ha inmortalizado el escritor Yan Lianke en su sátira “Servir al Pueblo”. China no ha hecho un secreto de que busca poner el énfasis, a la hora de modernizar sus fuerzas armadas, en construir una Armada de aguas profundas y una fuerza aérea competente, como indica el libro blanco publicado este año.
Para poner en marcha esta reestructuración, Xi -que habló hoy en Tiananmen acompañado de sus predecesores Hu Jintao y Jiang Zemin y de líderes mundiales como el presidente ruso, Vladímir Putin, o el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro- ha llevado a cabo en meses previos una profunda purga en las Fuerzas Armadas chinas, que han causado la caída en desgracia de sus dos previos “números dos”, los generales Xu Caihou y Guo Boxiong. Xu murió a comienzos de este año de un cáncer a la espera de juicio por corrupción.
