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Egipto bombardea posiciones de EI en Libia tras el asesinato de 21 coptos
El Ejército egipcio recalca que "es una venganza por la sangre derramada de los egipcios"
Agencias El Cairo 16 FEB 2015 - 11:01 CET
Egipto ha lanzado la madrugada de este lunes un ataque aéreo contra posiciones del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Libia, horas después de que la rama libia de esta formación difundiera un vídeo que supuestamente muestra la ejecución de 21 egipcios cristianos coptos. Tras conocer el vídeo, el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, declaró que su país se reservaba "el derecho a responder como le parezca oportuno" a la muerte de los 21 egipcios. Y así ha sido.
El Ejército egipcio recalca en un comunicado que el ataque "es una venganza por la sangre derramada de los egipcios" en cumplimiento de una resolución del Consejo de la Defensa Nacional, máximo órgano de decisión en asuntos de seguridad de Egipto, al tiempo que reclama su derecho de "proteger y salvaguardar la seguridad y estabilidad del país ante el terrorismo y el extremismo".
Milicianos de EI momentos antes de decapitar presuntamente a los rehenes coptos. / Reuters
El Ejército precisa en su nota, citada por la radiotelevisión estatal egipcia ERTU, que los ataques han tenido como objetivo "los cuarteles, posiciones, lugares de concentración y entrenamiento, y almacenes de armas" de los yihadistas leales al EI en territorio libio. Asimismo, apunta que "los objetivos fueron seleccionados cuidadosamente", que el ataque cumplió sus objetivos "con exactitud" y que los aviones que han participado en la operación "han regresado sanos y salvos a sus bases".
Las Fuerzas Armadas advierten en la nota de que "esta respuesta a las acciones criminales de organizaciones terroristas dentro y fuera del país" es "un castigo" a los asesinos. "Es nuestro deber y derecho y cumpliremos con ello porque los egipcios tienen un escudo que protege la seguridad nacional y una espada que amputa el terrorismo y el extremismo", añaden.
En el macabro vídeo de EI, colgado en una cuenta de Twitter de una web afín al califato y cuya autenticidad no ha podido ser verificada, se puede ver a varios militantes conduciendo a un grupo de personas vestidos con un mono naranja —los secuestrados— hasta una playa, informa Ricard González. Allí les obligan a arrodillarse y los decapitan. Uno de los terroristas se dirige a la cámara, cuchillo en mano, y afirma: “La seguridad, cruzados, es algo que solo podéis desear”. En la pantalla aparece impreso un mensaje que reza: “El pueblo de la cruz, seguidores de la iglesia hostil de Egipto”. Las víctimas fueron capturadas en la ciudad de Sirte, en la costa libia, en dos incidentes aislados, en diciembre y enero.
En declaraciones a la prensa, el Ejecutivo egipcio reconoció el sábado que desconocía el estado de los rehenes o su localización. Además, ofreció a todos aquellos expatriados la opción de ser evacuados de Libia si lo deseaban. Pero esta noche la agencia estatal egipcia Mena difundió la versión del portavoz de la Iglesia copta que confirmaba la muerte de los 21 rehenes. Al Sisi prometió de inmediato vengar su muerte. “Egipto se reserva el derecho a responder de la manera adecuada” al asesinato, dijo Al Sisi en un discurso emitido por la televisión estatal. El ministro egipcio de Exteriores, Sameh Shukri, viajó anoche a Nueva York para mantener reuniones en la ONU y en su Consejo de Seguridad con el objetivo de exigir una reacción internacional.
La Casa Blanca condenó este domingo la "despreciable y cobarde" ejecución de 21 egipcios coptos secuestrados en la localidad libia de Sirte a manos del grupo extremista Estado Islámico. El primer ministro británico, David Cameron, también censuró este "acto cruel y bárbaro" a través de su cuenta de Twitter. El presidente de Francia, François Hollande, aseguró que este acto de "salvajismo" pone de manifiesto "la amplitud de las operaciones de Estado Islámico en Libia". La Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia señaló que "este crimen terrorista contra estos trabajadores del vecino Egipto debe ser rechazado y denunciado por todos los libios".
