Salmond publica su hoja de ruta para la independencia de Escocia

 

El líder del Partido Nacional Escocés (SNP) elige Glasgow para presentar su proyecto, la capital económica y obrera y principal foco de votantes indecisos

 

 
Por detrás siempre en unas encuestas que apenas se han movido desde que Londres y Edimburgo acordaron convocar en 2014 el referéndum sobre la independencia de Escocia, los independentistas dan hoy el pistoletazo de salida a la campaña con la publicación del llamado Libro Blanco sobre la independencia. Un denso volumen de 670 páginas que quiere ser una hoja de ruta hacia la independencia con 650 respuestas a otras tantas preguntas que se hacen los escoceses.
Alex Salmond, el astuto líder del Partido Nacional Escocés (SNP) y ministro principal de Escocia, ha elegido para este histórico momento el moderno escenario del Centro de la Ciencia de Glasgow, en la ribera sur del río Clyde, un lugar que simboliza el principal campo de batalla de la campaña referendaria.
El SNP, criticado por presentar como Gobierno sus planes para la independencia a espaldas del parlamento de Holyrood, ha querido así lanzar el doble mensaje de asimilar la independencia con el futuro, con la ciencia, y hacerlo en el lugar en el que partidarios de la unión y de la secesión creen que se juega el resultado final: en la capital económica y obrera de Escocia, principal foco de votantes indecisos.
Las encuestas dicen que si los escoceses votaran con el corazón, ganaría la independencia por un amplio margen. El 63% de ellos aseguran estar orgullosos de presentarse como escoceses cuando están en el extranjero, frente a tan solo un 19% que prefieren presentarse como británicos y un 18% a los que les da lo mismo, según una encuesta de Panelbase para The Sunday Times y Real Radio Scotland publicada el domingo pasado.
Pero cuando no se trata del corazón, de la identidad, sino de la cabeza, de la cartera, un 47% de esos mismos escoceses dicen que votarán contra la independencia el día del referéndum, el 18 de septiembre de 2014, frente a un 38% que aseguran que votarán a favor y un 15% de indecisos. Sería una encuesta extraordinariamente alentadora para los independentistas, con muchas posibilidades de darle la vuelta en los casi 10 meses que quedan de campaña, si no fuera porque la de Panelbase ha sido desde siempre la encuesta que ha dado resultados más favorables que todas las demás a la opción de la independencia y los datos del domingo pasado no señalan un cambio de voto a favor de ellos. Aún y así, es una encuesta lo bastante apretada como para no dar por hecha la victoria de los partidarios de que Escocia siga formando parte de Reino Unido.
Alex Salmond y su número dos, la ministra principal adjunta Nicola Sturgeon, anunciarán hoy la fecha de la independencia si ganan el referéndum y si las posteriores negociaciones con el Gobierno de Londres duran el corto periodo de menos de dos años que pronostican muchos. Sería el 24 de marzo de 2016, coincidiendo con la unión de las dos coronas ese mismo día en 1603 y con la fusión de los dos parlamentos el 24 de marzo de 1707.
Bajo el título de “El futuro de Escocia: Tu Guía para una Escocia Independiente”, el Libro Blanco es “la más completa hoja de ruta hacia un país independiente que se haya producido jamás”, en palabras de Sturgeon. “Este documento es para la gente de Escocia; es su guía para la independencia y les va a dar tanto una visión sobre la Escocia del futuro como las respuestas a las preguntas que se han estado haciendo sobre la independencia”, aseguró. “Nuestro mensaje a los escoceses es muy sencillo: leed esta guía, comparadla con cualquier futuro alternativo, y decidid por vosotros mismos qué queréis”.
El Gabinete del Ejecutivo escocés se reunirá en el Centro de la Ciencia antes de que Salmond y Sturgeon lancen el libro blanco. En vísperas del lazamiento, unionistas e independentistas se han enzarzado en una lucha dialéctica sobre la cuestión clave que decidirá el resultado del referéndum. El ministro liberal-demócrata Danny Alexander, número dos del Tesoro británico y él mismo escocés, ha advertido que la independencia le costaría mil libras al año a cada escocés. Para Salmond, en cambio, “el Libro Blanco va a dejar claro que las finanzas públicas escocesas son más saludables que la de Reino Unido y va a demostrar que hemos recaudado más impuestos por cabeza que Reino Unido en cada uno de los últimos 30 años”.

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