La ONU advierte a Ucrania tras el secuestro de un disidente político ruso

El caso provoca serias sospechas sobre una posible colaboración ilegal de los órganos de seguridad de Kiev y Moscú Pilar Bonet Moscú 23 OCT 2012 - 12:56 CET9 0 El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) está “profundamente preocupado” por la desaparición en Kiev de Leonid Razvozzháiev, un ciudadano ruso que acudió el 19 de octubre en busca de asilo a la sede de esta agencia internacional en la capital de Ucrania. En una nota divulgada el lunes en su página de web, el ACNUR advierte a las autoridades ucranias de sus responsabilidades en temas de asilo y exige una investigación oficial del caso. Razvozzháiev, un activista del Frente de Izquierdas involucrado por las autoridades rusas en protestas violentas contra el régimen, reapareció durante el fin de semana en Moscú. En un vídeo difundido en internet por el servicio informativo Lifenews en la noche del 21 de octubre, se ve a Razvozzháiev al salir, escoltado, de un juzgado ruso. “Digan que me han torturado. Me han torturado dos días. Me secuestraron en Ucrania”, grita a quienes le filmaban antes de meterse en un furgón policial. Sin embargo, el portavoz del Comité de Investigación de Rusia, Vladímir Markin, aseguró que Razvozzháiev se había presentado voluntariamente a las autoridades el 21 por la noche y que incluso ha confesado su supuesta participación en desordenes masivos en la plaza Bolótnaya de Moscú el 6 de mayo pasado. El caso provoca serias sospechas sobre una posible colaboración ilegal de los órganos de seguridad de Ucrania y de Rusia, al margen de los procedimientos de extradición legales concertados por los dos países y las normas de derecho internacional. Pese a las graves implicaciones del asunto, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el de Ucrania, Víctor Yanukóvich, no abordaron oficialmente este tema durante la entrevista que mantuvieron el lunes en Moscú. La reunión de los dos líderes tuvo lugar sobre el telón de fondo de las elecciones parlamentarias que se celebran el domingo en Ucrania y el miedo visceral —y hasta paranoia— del Kremlin ante las actividades de la oposición al régimen. Ni Putin ni Yanukóvich consiguieron dividendos políticos de su cita. El líder ruso quiere que Kiev se sume a la Unión Aduanera (en la que participan Bielorrusia y Kazajistán), y el presidente ucranio desea que Moscú rebaje sus precios de exportación de gas. Las autoridades rusas insisten en firmar un acuerdo bilateral que facilitaría el movimiento de las unidades militares rusas adscritas a la Flota del Mar Negro por el territorio de Ucrania. “Cualquier traslado al país de origen que no respete los procedimientos existentes puede hacer que el Estado [donde se pide asilo] sea responsabilizado por una grave violación del derecho nacional e internacional”, afirma el ACNUR En el comunicado difundido por el ACNUR se confirma que Rozvozzháiev contactó con esta entidad en búsqueda de protección internacional y fue invitado a registrarse en una organización no gubernamental asociada que facilita asistencia legal gratuita en Kiev. Tras iniciar una entrevista y los trámites de registro en la sede de esa ONG, Razvozzháiev hizo un descanso para comer en una cafetería vecina y ya no regresó al local donde estaba siendo entrevistado y donde había dejado sus posesiones personales. Al no poder contactarlo telefónicamente, la ONG denunció el caso a la policía, afirma el comunicado de la ACNUR. Con su propia reputación en juego, la organización internacional advierte a las autoridades ucranias que el incidente “debe ser concienzudamente investigado” y que espera el resultado oficial. “Cualquier traslado al país de origen que no respete los procedimientos existentes puede hacer que el Estado [donde se pide asilo] sea responsabilizado por una grave violación del derecho nacional e internacional”, afirma la nota. El Comité de Investigación de Rusia, a su vez, ha anunciado que iniciaba una investigación sobre las supuestas torturas y malos tratos que Razvozzháiev dijo haber recibido en Kiev. Junto con otros activistas de oposición, como Serguéi Udaltsov, líder del Frente de Izquierdas, Razvozzháiev es acusado de organizar desórdenes masivos y desórdenes en vísperas de la toma de posesión del presidente Vladímir Putin. Estos desordenes habrían sido financiados por el exjefe del Comité de Defensa del Parlamento georgiano, Givi Targamadze. Todas estas acusaciones tienen como fundamento un opaco “reportaje de investigación” difundido por la cadena televisiva NTV, un medio perteneciente a Gazprom, el monopolio de exportación de gas ruso. Razvozzháiev es ayudante del político de oposición Iliá Ponomariov, diputado del grupo parlamentario Rusia Justa en la Duma Estatal (Parlamento) de Rusia. El Servicio de Seguridad de Ucrania ha informado que los órganos de orden público de Rusia no hicieron la correspondiente petición para extraditar a Razvozzháiev. La Fiscalía de Ucrania, por su parte, ha informado que Rusia no hizo ninguna petición de búsqueda y captura del activista. En una entrevista a Canal 5, el general Aleksandr Skipalski, presidente de la Asociación de Veteranos de los Servicios de Seguridad de Ucrania, ha afirmado que la detención y transporte de Razvozzháiev no pudo hacerse sin acuerdo y apoyo de los órganos de seguridad de Ucrania.

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