Clinton pide la ayuda de Argelia para echar a los islamistas del norte de Malí

El presidente francés viajará también a Argel en diciembre para solicitar su apoyo en el Sahel Objetivo: Acabar con Al Qaeda en Malí Ignacio Cembrero Madrid 29 OCT 2012 - 19:11 CET4 La secretaria de Estado, Hillary Clinton, intentó hoy que Argelia colabore, sin involucrarse directamente, en la ofensiva militar para desalojar a los grupos terroristas que desde marzo se han adueñado del norte de Malí, un territorio semidesértico tan grande como España e Italia juntos. Clinton se entrevistó ayer a mediodía en Argel con el presidente Abdelaziz Bouteklika cuyo país dispone del Ejército más poderoso del Magreb y de una frontera de 1.400 kilómetros con Malí. En diciembre el presidente francés, François Hollande, efectuará también una visita a Argel para tratar de convencer a sus autoridades de que echen una mano en la guerra que se avecina. Pese a haber sido blanco de los ataques de los movimientos terroristas, Argelia ha sido hasta hace poco reacia a la intervención militar en Malí y ha apostado por un diálogo con Ansar el Dine, la facción tuareg asociada a los otros dos grupos terroristas que controlan el norte: el Movimiento para la Unificación del Yihad en África Occidental (MUYAO) y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Francia, el país que más instiga a reconquistar el norte de Malí, duda de que se pueda disociar a Ansar el Dine de los terroristas. Jean Félix-Paganon, el emisario francés para la región del Sahel, recordaba que la facción tuareg es también responsable de la destrucción de mausoleos, de la flagelación, la mutilación y la lapidación de supuestos pecadores. “Su comportamiento es el de un grupo estrechamente vinculado con los terroristas de AQMI”, aseguró. Las gestiones diplomáticas y el papel protagonista que desempeñarán, a principios de 2013, los ejércitos de la comunidad de los países africanos (Cedeao) en la proyectada reconquista del norte de Malí, han incitado a Argel a flexibilizar su postura. El ministro francés de Interior, Manuel Valls, que estuvo en Argel a mediados de octubre, logró el compromiso de que el Ejército argelino blindará la frontera con Malí para impedir que los islamistas radicales se replieguen hacia el norte, según explicó en Madrid, el 19 de octubre, su homólogo de Defensa, Jean-Yves Le Drian. Washington y París quieren que la cooperación argelina vaya algo más lejos. Argelia es el país de África con más experiencia en la lucha antiterrorista –arranca a principios de los noventa- y mejor conocimiento de los grupos radicales. “La información que traslade puede ser de gran utilidad a las fuerzas que intenten retomar el norte de Malí”, recalca un diplomático europeo. Lo ideal sería que el Gobierno de Argel brindara además cierto apoyo logístico y permita el uso de su territorio, pero, por ahora, solo está dispuesto a reforzar aun más su frontera sur, algo que empezó a hacer en octubre del año pasado tras el secuestro en Tinduf (suroeste de Argelia) de tres cooperantes, dos de ellos españoles. El Consejo de Seguridad de la ONU dio hasta finales de noviembre al gobierno de Malí y a los países africanos para que elaboren un plan de intervención militar que, si le parece creíble, recibirá su visto bueno. Lo están elaborando a marchas forzadas con la ayuda de Francia y de otros países europeos que se han comprometido a proporcionar apoyo logístico al contingente de ejércitos africanos que emprenda la reconquista del norte. La operación será financiada por la Unión Europea. La participación de EE UU será escasa y consistirá, básicamente, en proporcionar al Estado Mayor conjunto que se creará la información que recaben sus drones que, desde sus bases en Mauritania y Burkina Faso, surquen los cielos del norte de Malí.

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