TRIBUNA
Carta abierta a Zapatero sobre Venezuela
El régimen ha organizado unas elecciones fraudulentas para
pasar de la dictadura actual a una de partido único, estilo cubano
BEATRIZ BECERRA
8 FEB 2018 - 13:15 CET
Señor Rodríguez Zapatero:
He leído con indignación la carta
que ha hecho llegar a la oposición venezolana después de que sus representantes
rechazaran el chantaje del régimen venezolano, un chantaje al que usted llama
“acuerdo”. En su carta usted carga con el peso de la responsabilidad por el
fracaso del proceso de diálogo a los dirigentes opositores, mientras exonera al
chavismo. Concede usted credibilidad a un régimen que la ha dilapidado mientras
se muestra exigente con una oposición perseguida, encarcelada, exiliada,
asesinada. Asesinada, señor Zapatero.
No tengo que hacerle el repaso de
la situación en Venezuela, señor Zapatero, usted la conoce muy bien. Hace
tiempo que dejó de ser una democracia, solo hay represión, encarcelamiento,
inhabilitaciones y vulneración de las leyes y de la Constitución, todo ello
rodeado de incompetencia y corrupción. Resultado: una crisis social y económica
que hiela la sangre de quienes amamos a Venezuela.
En lugar de dar un paso atrás, el
régimen organiza unas elecciones fraudulentas para pasar de la dictadura actual
a una de partido único, estilo cubano. Y usted, señor expresidente, le da
cobertura, le da una plataforma aparentemente digna, se presta a lavarle la
cara. Usted no es un mediador: trabaja para una de las partes, para un Gobierno
que, le recuerdo, acaba de retirar a su embajador de España creando una crisis
diplomática con nuestro país, con el suyo, señor Zapatero, del que usted fue
presidente. ¿Cómo llamar a esto, al hecho de ignorar el conflicto de un régimen
dictatorial con su propio país?
Que usted se permita hablar de
sanciones “contra Venezuela” es la prueba definitiva de que está al servicio
del régimen
Sus años de presidencia dejaron
como legado inolvidable un uso del lenguaje que a usted y a unos pocos les
parecía creativo, imaginativo, y a otros —entre los que me cuento— nos parecía
falaz. Nunca cayó mas bajo la palabra “diálogo” que en los años en los que
usted gobernó España, y todavía no se ha recuperado. Creo en el diálogo y lo
practico cada día. Y por eso sé que no hay diálogo cuando una parte tiene toda
la fuerza y la otra solo la autoridad moral (que es mucho, pero no basta).
¿Sabe por qué ha fracasado, señor expresidente? Porque usted mismo se ha creído
que lo que estaba teniendo lugar en la República Dominicana era un diálogo. La
oposición lo ha intentado lealmente, pero como es natural no se ha dejado
pisotear, no ha cedido al chantaje ni aceptado un acuerdo ridículo y sin
garantías de aplicación. Asuma usted su propio fracaso, no culpe a los
demócratas venezolanos.
Una cuestión concreta de su carta
me interpela especialmente: la mención a “las sanciones contra Venezuela”. No
sé de qué sanciones habla. Desde luego, espero que no de las que dictaminó
recientemente el Consejo Europeo tras la aprobación del Parlamento, en el cual
represento a los ciudadanos. Porque usted debería saber que no ha habido
ninguna sanción contra Venezuela, sino contra siete jerarcas, siete elementos
del régimen de corrupción, violencia y represión totalmente probadas. Que usted
se permita hablar de sanciones “contra Venezuela” es la prueba definitiva de
que está al servicio del régimen. Deje de avergonzar a España y a la Unión
Europea.
Beatriz Becerra es vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos
en el Parlamento Europeo y eurodiputada del Grupo de la Alianza de Liberales y
Demócratas por Europa (ALDE).