TRAGEDIA AÉREA EN LOS ALPES

 

El copiloto Lubitz inició un “descenso sin explicación” en el vuelo de ida

Lubitz hizo un picado injustificado, según un informe sobre la segunda caja negra

 

Varios aviones de Lufthansa, matriz de Germanwings, en Düsseldorf en 2013.
Varios aviones de Lufthansa, matriz de Germanwings, en Düsseldorf en 2013. / Frank Augstein (AP)
 
Más de un mes después de la catástrofe aérea de Germanwings que costó la vida a 150 personas siguen saliendo a la luz detalles de la investigación. El copiloto Andreas Lubitz, que supuestamente estrelló a propósito el Airbus A320 que hacía la ruta de Barcelona a Düsseldorf el pasado 24 de marzo, ya habría hecho maniobras sospechosas en el vuelo de ida. Esta nueva revelación supone un indicio más de que Lubitz ya tenía planeado con anterioridad acabar con su vida y con la de todos los pasajeros, y que lo ocurrido el 24 de marzo en el vuelo 4U9525 no habría sido fruto de un arrebato.
El informe de la Oficina Francesa de Investigación y Análisis (BEA, por sus siglas en francés), que se hará público al mediodía de hoy y al que ha tenido acceso el tabloide alemán Bild, señala que el mismo 24 de marzo en el que se produjo la tragedia, Lubitz ya ensayó su suicidio en el vuelo de ida a Barcelona. El copiloto de 27 años maniobró el aparato para reducir la altura. El resultado fue “un vuelo en picado controlado durante varios minutos sin justificación alguna”, según señala el informe, que evalúa los datos de la segunda caja negra del avión.

 

El informe será puesto a disposición de la fiscalía que investiga el caso. No está claro si con ese descenso repentino de varios minutos, Lubitz estaba ensayando sus macabros planes para ponerlos en marcha próximamente o si fue un intento de suicido que por algún motivo fue abortado en ese momento.
No es esta la primera prueba de que Lubitz ya estaba convencido a llevar a cabo sus planes días antes de subirse a la cabina. La Fiscalía de Düsseldorf ya había informado de que el copiloto había realizado búsquedas en Internet sobre métodos de suicidio y que también había investigado las medidas de seguridad en las puertas de las cabinas de los aviones.
Según dijo a los pocos días de la tragedia el fiscal francés Brice Robin, el copiloto “accionó el botón de descenso de manera voluntaria con la intención de destruir el avión”. La Fiscalía de Düsseldorf añadió más tarde que Lubitz estaba bajo tratamiento médico y que el día del siniestro no podía haber volado por estar de baja. La Fiscalía dio a conocer más tarde que había estado en tratamiento por sus tendencias suicidas.

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