BRUSELAS

Bruselas cree que el acuerdo con Atenas aún está lejos

La crisis griega marca la reunión de ministros de Finanzas de los países del G7


Mario Draghi (izquierda) y Pierre Moscovici, este jueves en Dresde (Alemania). / Jens Meyer (AP)
 
Los ministros de Finanzas y gobernadores de los Bancos Centrales de los países que integran el G7 (EE UU, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá) iniciaron este jueves en Dresde una reunión de dos días para analizar el crecimiento económico mundial y una posible armonización fiscal. La crisis griega planeó de forma insistente en la reunión, a pesar de que Grecia no pertenece al grupo.
Aunque la presidencia alemana había insistido en vísperas del encuentro en que el caso de Grecia no formaba parte de la agenda oficial, casi la totalidad de los actores clave en la crisis helena estaban presentes en la reunión: la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, el comisario europeo Pierre Moscovici y los ministros de Finanzas de Francia, Alemania e Italia.

 

El tema de la crisis griega estuvo en la mente de todos los protagonistas del encuentro a causa del anuncio formulado por el Gobierno heleno relacionado con la elaboración de un borrador de acuerdo con sus acreedores, un anuncio que no fue confirmado por los representantes de la famosa troika integrada por el FMI, el BCE y la Unión Europea presentes en Dresde.
“Aún queda mucho trabajo por hacer y por el momento no hay un resultado firme de las negociaciones con Grecia”, señaló la directora gerente del FMI durante una entrevista con la cadena de televisión alemana ARD. “El FMI trabaja de forma equilibrada y respetuosa”, añadió Lagarde al rechazar las críticas de Atenas, que ha reprochado al organismo estar dificultando las negociaciones.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, admitió ante los micrófonos de la Radio France Culture, que un acuerdo con Grecia “era posible”, pero admitió que no era exacto señalar que ya ha se habían recorrido tres cuartas partes del camino. “Hemos comenzado a ver proyectos de reformas que tienen consistencia, pero aún queda mucho por hacer”, añadió.
Jack Lew, secretario del Tesoro estadounidense, pidió más flexibilidad a los responsables de las negociaciones para impedir una crisis que calificó como “innecesaria” en Grecia; mientras que su colega canadiense, Joe Oliver, admitió que aún estaba sin resolver. “Esto es un factor que exacerba los riesgos que pesan sobre una economía mundial todavía frágil”, dijo el ministro.
Al margen de la crisis griega, el encuentro de los ministros de finanzas y gobernadores de los bancos centrales debe discutir una agenda que contempla la lucha contra la evasión fiscal, las redes que financian el terrorismo internacional y las formas para reactivar el crecimiento económico mundial.
Alemania, que ocupa la presidencia de turno del G7, el club de los países más industrializados del planeta —que reúne a Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Japón, Francia e Italia—, propuso que el encuentro no se clausure con un comunicado final para evitar pérdidas de tiempo innecesarias en busca de fórmulas consensuadas.
La cumbre del G7 se celebrará el 7 y 8 de junio próximos en el palacio de Elmau, convertido en un hotel de lujo, ubicado en una localidad a los pies de los Alpes bávaros.

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