LA BÚSQUEDA DEL MH370

Un avión chino encuentra en el Índico sur posibles restos del MH370

10 aeronaves de cinco países participan en la búsqueda del Boeing 777 en la zona

Estados Unidos envía a la zona un localizador de cajas negras

 

Uno de los aviones Ilyushin Il-76 de la aviación china usados en la búsqueda del vuelo MH370, este lunes en Perth. / Reuters
 
Un avión chino ha encontrado este lunes algunos “objetos sospechosos” en el océano Índico sur que se cree que pueden pertenecer al Boeing 777-200ER de Malaysia Airlines desaparecido en la madrugada del 8 de marzo con 227 pasajeros y 12 tripulantes.
Los investigadores a bordo de un Ilyushin IL-76 -uno de los dos aviones militares enviados por China para participar en la búsqueda- han visto “dos objetos relativamente grandes flotando en el mar junto con muchos otros artículos blancos más pequeños diseminados a su alrededor en un radio de varios kilómetros”, según ha informado la agencia oficial china Xinhua.
La tripulación ha enviado las coordenadas del hallazgo -95.1113 grados longitud este y 42.5453 latitud sur- al centro de mando en Australia para que desplace otros aviones con los que peinar la zona, ya que la aeronave china volaba de vuelta a Australia, de donde había despegado por la mañana. Los pilotos también han comunicado la localización al rompehielos chino Xuelong, que, como otros barcos, se dirige a este área remota del Índico en la que se cree que pudo estrellarse el avión desaparecido.
El hallazgo chino se ha producido después de que imágenes de satélite de Australia, China y Francia hayan identificado en los últimos días en este lugar del Índico, unos 2.500 kilómetros al oeste de Australia, posibles restos del Boeing del vuelo MH370, que se esfumó de los radares civiles malasios menos de una hora después de despegar de Kuala Lumpur rumbo a Pekín cuando volaba a más de 10.000 metros de altitud sobre el mar del Sur de China.
Existe el sentimiento de que la búsqueda comienza a dar algunos resultados tras 17 días sin haber hallado el más mínimos rastro confirmado. Hasta el punto que el primer ministro de Australia, Tony Abbott, aseguró el domingo que existe una “esperanza creciente” de que se produzca un gran logro en la localización del aparato, que arroje un poco de luz en el que se ha convertido en el mayor misterio de la historia de la aviación civil.
Francia afirmó el domingo en un comunicado que “ecos de radar tomados por un satélite han permitido identificar restos flotantes en un área del océano Índico situada a unos 2.300 kilómetros de (la ciudad australiana de) Perth”. El día anterior, las imágenes de satélite hechas públicas por China revelaron la existencia de un objeto de 22,5 metros por 13 metros flotando en el mar a unos 120 kilómetros del punto donde Australia identificó el 16 de marzo por satélite dos elementos –uno de 24 metros de largo y otro de cinco metros- que los expertos creen que podrían proceder del avión.
El centro de mando de Estados Unidos en el Pacífico va a enviar un localizador de cajas negras, ante la posibilidad de que sea identificado el lugar en el que pudo estrellarse el MH370. Porque el tiempo se agota. La caja negra, que conserva los registros de las conversaciones de los pilotos y otros datos del avión, solo tiene batería para seguir emitiendo señales electrónicas de localización 30 días, y ya han pasado 17. La profundidad del océano en esta parte del mundo oscila entre 1.150 y 7.000 metros.
El dispositivo de búsqueda (TPL, Towed Pinger Locator) consiste en un hidrófono sumergido en el agua que es remolcado por un barco a baja velocidad. Tiene alta sensibilidad, por lo que si es localizada el área aproximada en la que se hundió el avión, podría detectar la señal de la caja negra incluso a una profundidad de 6.100 metros. “Este movimiento (el envío del TPL) es simplemente un esfuerzo para posicionar con antelación el equipo y el personal cualificado cerca del área de búsqueda para que si son encontrados los restos seamos capaces de responder lo antes posibles, dado que la vida de la batería de la caja negra es limitada”, ha afirmado el comandante Chris Budde, de la séptima flota de Estados Unidos, informa Associated Press.
El creciente despliegue de aviones y barcos en esta región aislada del Índico indica el convencimiento de las autoridades de que el avión se dirigió hacia el sur durante varias horas después de que alguien en su interior desconectara los sistemas de comunicación, y lo forzara a dar la vuelta respecto a su ruta prevista, girar al oeste, cruzar de nuevo la península de Malasia y sobrevolar el estrecho de Malaca. Se sospecha que se produjo un secuestro o un sabotaje por parte de alguien de la tripulación o del pasaje.
Los trabajos de búsqueda de los posibles restos, incluidos pequeños objetos y un palé de madera –con cintas o correas de diferentes colores- vistos el sábado por un avión, se han intensificado este lunes, centrados en dos áreas con una superficie total de 68.500 kilómetros cuadrados -dos veces la de Cataluña-, unos 2.500 kilómetros al suroeste de Perth, según ha informado la Autoridad de Seguridad Marítima de Australia (AMSA, por sus siglas en inglés) en un comunicado.
10 aviones de cinco países (Australia, Estados Unidos, Nueva Zelanda, China y Japón) -tres de ellos, civiles- participan hoy en la búsqueda -frente a ocho el sábado, y seis el viernes-, al haberse sumado los dos Ilyushin IL-76 chinos y dos P3 Orion de Japón. Las condiciones meteorológicas no son favorables, debido a las nubes bajas y la previsión de lluvia, lo que complica el rastreo de la superficie del mar desde las aeronaves, que se realiza principalmente de forma visual. Un buque de la armada australiana HMAS Success continúa en la zona, mientras una flotilla de barcos chinos está de camino.
El ministro de Transporte de Australia, Warren Truss, ha asegurado este lunes que ayer no fue encontrado “nada de interés” durante las pesquisas. Fue “un día infructífero”, ha dicho a la emisora de radio Australia Broadcasting Corp. “Esto va a ser un desafío, pero seguiremos”.

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