Un tribunal israelí exculpa al Estado de la muerte de una activista estadounidense

Corrie fue aplastada por una excavadora en 2003, durante una manifestación propalestina en Gaza El juez ha calificado su fallecimiento de "lamentable accidente" Agencias Haifa 28 AGO 2012 - 09:09 CET37 Los padres y la hermana de Rachel Corrie, el domingo en Jerusalén. / Sebastian Scheiner (AP)

Una corte israelí ha rechazado este jueves las acusaciones de negligencia sobre la muerte de la activista estadounidense Rachel Corrie, quien fue aplastada en 2003 por una excavadora del Ejército israelí durante una manifestación en Gaza a favor del pueblo palestino. La familia de Corrie había interpuesto una demanda civil contra Israel por haber matado intencionalmente a su hija de 23 años, después de que una investigación militar exculpara al Ejército. El juez Oded Gershon ha declarado que la muerte de Corrie fue “un accidente lamentable”, aunque ha defendido que el Estado no era responsable de ello, ya que el incidente había ocurrido durante lo que ha calificado de “situación en tiempo de guerra.” “He llegado a la conclusión de que no ha habido negligencia por parte del conductor de la excavadora”, ha afirmado Gershon, a las afueras del tribunal del distrito de Haifa, en el norte de Israel, donde ha leído el fallo del tribunal. El 16 de marzo de 2003, Corrie protestaba con otros miembros del Movimiento Internacional de Solidaridad y palestinos contra la destrucción de una casa en Rafah, al sur de Gaza, cuando fue arrolada por una excavadora del Ejército israelí. Testigos de los hechos han afirmado que la excavadora la había pisado deliberadamente, ya que el conductor veía claramente a los manifestantes. Según el juez, los soldados hicieron todo lo posible por mantener a la gente alejada de la zona, y Corrie “no se distanció como habría hecho cualquier persona inteligente”; por ello considera que no hay nada que justifique que el Estado pague daños y perjuicios. La muerte de la joven estadounidense la convirtió en un símbolo de las protestas propalestinas y, mientras su familia emprendía una batalla legal para averiguar quién era responsable de su muerte, su historia fue llevada a los escenarios en una docena de países y contada en un libro. “Estoy dolida”, ha declarado la madre de Corrie, tras la lectura del veredicto en Haifa, adonde había viajado junto a su marido. Varios oficiales estadounidenses habían criticado la investigación militar de los hechos, alegando que no había sido ni rigurosa ni creíble. El juez ha asegurado, sin embargo, que la indagación había sido apropiada y que exculpaba al Ejército