Gran protesta en Tahrir contra la candidatura electoral de Suleimán

Los islamistas convocantes buscan evitar que el 'número dos' de Mubarak acuda a las presidenciales Ricard González El Cairo 13 ABR 2012 - 20:38 CET10 Archivado en:Transición democráticaHermanos MusulmanesJunta MilitarEgiptoCandidaturas políticasElecciones presidencialesFuerzas armadasConflictos políticosEleccionesPartidos políticosPolíticaDefensa Decenas de miles de personas protestan, este viernes, en Tahrir contra la candidatura de Suleimán, que fue el 'número dos' de Mubarak. / ASMAA WAGUIH (REUTERS)
El islamismo egipcio realizó este viernes una demostración de fuerza al ocupar la plaza Tahrir de El Cairo para expresar su rechazo a las candidaturas presidenciales de figuras vinculadas al régimen de Mubarak, y muy especialmente la de Omar Suleimán, el ex jefe de los servicios de inteligencia. Entre las organizaciones convocantes figuraban los Hermanos Musulmanes, que no habían acudido a una protesta en la mítica plaza desde mediados de noviembre. La concentración fue una muestra más de la creciente polarización que está experimentando el país árabe a medida que se acercan las elecciones presidenciales, que en teoría deben poner punto final al periodo transicional gobernado por la Junta Militar. Precisamente, la candidatura de Suleimán es vista por la mayoría de fuerzas de la oposición como un intento de la cúpula militar de mantener su poder y privilegios más allá de la transición. Para evitarlo, el Parlamento aprobó el jueves una enmienda a la ley de derechos políticos que bloquea las candidaturas de las personas que ocuparon los cargos de presidente, vice presidente o primer ministro durante la última década de la era Mubarak. Sin embargo, algunos juristas apuntan que la ley podría ser declarada inconstitucional por la justicia. “Quien niega la constitucionalidad de la ley no entiende que la legitimidad revolucionaria está por encima de la antigua Constitución, y todas las normas de la dictadura”, declaró a EL PAÍS Mohsen Rady, diputado nacional y miembro del comité ejecutivo del Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ), el brazo electoral de los Hermanos Musulmanes. Rady acudió a Tahrir para expresar su apoyo a la manifestación, que calificó de “un éxito total”. más información El Parlamento egipcio bloquea la candidatura de Omar Suleimán Un tribunal anula la creación de la Asamblea Constituyente en Egipto Reacia a secundar las anteriores protestas de los jóvenes revolucionarios contra la Junta Militar, esta vez la Hermandad sí consideró oportuno salir a la calle como medida de presión en su pulso con la cúpula del Ejército. Junto a ella, se movilizó el salafismo, la otra rama del islamismo egipcio que ha encontrado en el candidato presidencial Hazem Abu Ismail un icono unificador. Esta dualidad, o más bien competición, se hizo este viernes más evidente que nunca. No sólo había dos estrados en el corazón de Tahrir que competían en decibelios, uno perteneciente a la Hermandad y el otro a la campaña de Abu Ismail, sino que el número de asistentes que lucían símbolos del PLJ y fotografías de Abu Ismail era muy parejo. “A mí no me gustan los Hermanos. Son una organización sectaria", decía Abdu Rahman, un joven con una larga barba que denotaba sus simpatías salafistas. Le acompañaba un chico bien afeitado que compartía sus recelos hacia los Hermanos, si bien desde otros postulados ideológicos, pues se confesaba “liberal”. Era uno de los pocos que se dejó ver en Tahrir, un reflejo de la enorme desconfianza entre laicos e islamistas, agudizada después de que estos últimos monopolizaran la elección de la Asamblea Constituyente. Varias coaliciones de jóvenes revolucionarios han convocado a una concentración contra Suleimán para el próximo viernes, instando a los suyos a “abandonar” a los Hermanos Musulmanes en su “conflicto de interés” con los militares. Amr Moussa, ex secretario general de la Liga Árabe y ex ministro de Exteriores, no se libró de las acusaciones de ser un fulul (vestigio) del antiguo régimen. Sin embargo, de acabar entrando en vigor, a la candidatura de Moussa no le afectaría la enmienda aprobada el jueves. Además de Suleimán, quién si vería abortadas sus aspiraciones presidenciales es Ahmed Shafiq, el último primer ministro del despuesto Hosni Mubarak.

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