DSK pasa la noche detenido por un caso de proxenetismo

El exministro socialista será puesto en detención preventiva, régimen que le permite estar asistido por su abogado desde el primer momento Ana Teruel París 21 FEB 2012 - 19:53 CET50 Archivado en:Dominique Strauss-KahnFranciaProstituciónEuropa occidentalExplotación sexualEuropaDelitos sexualesPartidos políticosDelitosProblemas socialesPolíticaJusticiaSociedad 101
Dominique Strauss-Khan llega a la sede de la gendarmería en Lille. / Michel Spingler (AP) El ex director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, se encuentra en detención provisional en Lille (al norte de Francia) para ser interrogado sobre su vinculación con una turbia trama de proxenetismo conocida como caso Carlton. La justicia ya ha imputado a ocho personas y busca esclarecer si el político socialista caído en desgracia participó en las fiestas privadas organizadas por los cabecillas de la red, conocía la condición de prostitutas de las mujeres implicadas y sabía que estas veladas habían sido en parte financiadas con el dinero de empresas privadas. Strauss-Kahn ha llegado puntual a la cita que tenía a las nueve de la mañana en la antigua gendarmería de Lille, donde le esperaba una nube de periodistas, a bordo de una berlina oscura. A su llegada, los investigadores le informaron de que estaba en detención provisional por complicidad de proxenetismo y encubrimiento de abuso de bienes sociales. Su abogada, Frédérique Baulieue, ha llegado una hora más tarde sin hacer declaraciones a la prensa. El interrogatorio podría prolongarse hasta el viernes, pero fuentes cercanas a la investigación han asegurado que no debería superar las 48 horas. Strauss-Kahn, conocido en Francia como DSK, puede ser luego enviado a declarar ante un juez para ser imputado, salir libre de cargos, o ser convocado más adelante. El caso Carlton estalló en octubre del año pasado con la detención del presunto proxeneta francés Dominique Alderweireld, apodado Dodo la Salmuera, propietario de varios burdeles en Bélgica. La justicia sospecha que este organizaba el desplazamiento de prostitutas para asistir a fiestas privadas en el lujoso Hotel Carlton de Lille, entre cuyos clientes más destacados se encontraba el ex ministro de economía francés. Los jueces que instruyen el caso pronto descubrieron que los cabecillas también organizaban desplazamientos a otras ciudades, entre ellas París y Washington, en las que aparecía de nuevo el nombre de Strauss-Kahn. Tres personajes clave habrían actuado como intermediarios. El primero es el comisario Jean-Christophe Lagarde, sospechoso de haber organizado viajes de prostitutas a París y a Washington para el que entonces era todavía dirigente del FMI en 2010 y en 2011, el último de ellos en vísperas de su detención en mayo en Nueva York por agresión sexual, el episodio que carbonizó su carrera política y le obligó a dimitir de la institución internacional. Los empresarios Fabrice Paszkowski, gerente de una empresa de material médico y miembro de un grupo de reflexión favorable al político, y David Roquet, entonces dirigente de una filial de la constructora de Eiffage e integrante de un grupo de reflexión favorable al político, habrían financiado en parte esta expediciones. Los tres hombres han sido imputados por proxenetismo. Desde que su nombre apareció vinculado a esta trama a los poco días de la detención de Dodo, el que fue candidato virtual de los socialistas a las presidenciales de esta primavera y favorito absoluto en los sondeos ha pedido hasta en dos ocasiones poder declarar ante el juez para desmentir “las insinuaciones malintencionadas” que recaían sobre él. Desde entonces, su biógrafo oficial, el periodista Michel Traubamm, autor de DSK: la contra-investigación, ha revelado que el político reconocía su participación en este tipo de veladas pero desconocía que se trataba de prostitutas. Henri Leclerc, uno de los abogados de Strauss-Kahn, retomó este argumento en una entrevista a la radio Europe 1 en diciembre del año pasado. “Podía perfectamente ignorar” que se trataba de profesionales, explicó, adelantando la probable línea de defensa de su cliente. “En esas veladas no se está siempre vestido, y le desafío a poder distinguir a una prostituta desnuda de una mujer del mundo desnuda”, declaró. Aunque la justicia concluyera que el político no podía ignorar que se trataba de mujeres remuneradas, esto no sería suficiente para imputarle ningún delito porque la prostitución no es ilegal en Francia. Sin embargo, en caso de tener elementos suficientes para determinar que participó de alguna forma en la organización de los desplazamientos, podría imputarle por complicidad de proxenetismo. Otro elemento determinante es el de la financiación de estas fiestas y de las prostitutas. Una de ellas, Florence V., ha declarado a los investigadores que Paszkowski le entregaba por cada velada entre 500 y 1.000 euros en dinero en efectivo. En el caso de un viaje a Washington, recibió 2.400 euros por los tres días de estancia. Roquet y Paszkowski han reconocido por otra parte haber sufragado parte de los gastos con dinero de su empresa, aunque han asegurado que DSK no estaba al corriente. Si los jueces consideraran tener elementos suficientes para considerar que sí lo sabía podrían entonces imputarles por encubrimiento de abuso de bienes sociales. Los investigadores también tratarán de determinar si el político, entonces posible futuro presidente de Francia, prometió favores a cambio

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