Los manifestantes tras la reunión con Rousseff: “No estamos satisfechos”

Rousseff propone incentivar los medios públicos con una partida millonaria

 
 

 
El Movimiento por el Pase Libre fue la organización que inició las protestas el pasado 6 de junio en São Paulo. Luchaban por la retirada del aumento de 20 céntimos de real (0,07 euros) en el transporte público y lo consiguieron. Pero su objetivo último es conseguir el acceso gratuito. El lunes a mediodía cuatro representantes fueron recibidos por Dilma Rousseff en el palacio presidencial de Planalto. Pero no salieron del todo satisfechos.
“No hemos quedado satisfechos, fue una apertura de diálogo importante, pero vimos a la presidencia completamente falta de preparación. No presentaron una lista concreta para cambiar la realidad del transporte en el país”, dijo Marcelo Hotimsky a Folha de S. Paulo. “El diálogo es un paso importante, pero sin acciones concretas que sostengan esas mejorías para el pueblo no existe avance”, señaló a Estadão de São Paulo Mayara Vivian, otra de las representantes. “Si tienen dinero para construir estadios, han de tenerlo para la tarifa cero”, añadió Vivian.
El grupo abandonó el palacio dejando claro que van a continuar movilizándose hasta que se anuncien medidas concretas. Las declaraciones fueron efectuadas antes de que Rousseff diera a conocer sus propuestas. Una de ellas contempla incentivar el transporte público con una partida millonaria. “Nuestro pacto precisa asegurar también una participación de la sociedad y mayor transparencia en el cálculo de las tarifas”, explicó.
Rousseff también propuso a alcaldes y gobernadores que sigan el ejemplo del Gobierno federal y estudien alternativas para reducir los impuestos del transporte. También anunció una próxima eliminación de tasas federales al diésel que usan los autobuses y a la electricidad que mueve los metros y los trenes, informa Efe.
Dentro del oficialista Partido de los Trabajadores, hay dirigentes como el gobernador de Bahía, Jaques Wagner, que no creen que las inversiones en obras de movilidad vayan a resolver por sí solas el descontento en las calles. “Las obras llevarán tres años”, indicó ayer al diario O Globo. La novedad ahora es que Rousseff no solo ha presentado propuestas en el campo de la movilidad, sino todo un plan de pactos que examinará a toda la clase política brasileña.

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